Los baños caseros para los pies son una forma genial para mimarte y relajarte sin salir de casa! Además lo puedes hacer con ingredientes que tienes ya en casa, sólo necesitas lo que puede ser más complicado… unos minutos para ti!

Para pies doloridos
La mayoría o prácticamente todos los baños para los pies se hacen para deshacerte de la piel muerta, dejándolos como nuevos, y listos para el verano. Este baño también sirve para descansar y aliviar el dolor de pies, para aquellas madres que todavía tengan que trabajar fuera de casa o para las que no paren con los niños todo el día dentro de casa.
Sales de Epsom
Las sales contienen magnesio que, al ser absorbido a través de la piel, ayuda a aliviar la tensión, el dolor y la inflamación.

Lo que necesitas
- 1/2 taza de Sales de Epsom
- 5–20 gotas de aceites esenciales como menta, lavanda o romero
- 6 cucharaditas de aceite de coco
- Un cubo o recipiente profundo donde puedas meter los pies y queden sumergidos
- Toalla
- TIEMPO: necesitarás como mínimo unos 15 minutos y no más de 1h.
- Agua Calentita: ten agua caliente a mano para poder añadir más si no estás usando la bañera.
- Agua fresquita. Lo mejor es terminar lavándote los pies con agua más bien fría.
Instrucciones
- Llena la bañera, cubo o recipiente que hayas encontrado con agua calentita y añade las sales, los aceites esenciales (si tienes) y el aceite de coco.
- Sumerge los pies y remójalos entre 15-60 minutos, añadiendo agua calentita cada cierto tiempo dependiendo de cuanto tiempo los tengas en remojo.
- Cuando termines, lávate los pies y sécalos suavemente con una toalla.