La delgada línea roja que má te contará evitar
Todas las mujeres a lo largo de nuestra vida hemos sufrido u oído hablar en alguna ocasión sobre la presencia de las consideradas tan poco estéticas estrías.
Pero, ¿Qué son las Estrías en realidad?
Las estrías son unas líneas que se dibujan en la piel y se reproducen en ciertas partes del cuerpo como consecuencia de una rotura de fibras, en concreto del colágeno y la elastina que tenemos en nuestra piel.
¿Y Por qué aparecen las estrías en el embarazo?
Parece haber varios factores implicados: factores hormonales del embarazo, distensión abdominal y ganancia de peso durante el este período, entre otros. Parece existir también una tendencia hereditaria a padecer estrías durante el embarazo.
Para una mujer embarazada las estrías se dan principalmente en el abdomen o en los senos, ya que se trata de las partes del cuerpo que más aumentan su tamaño durante los meses de gestación. Concretamente, Los pechos y el abdomen son las zonas donde más se estira la piel en poco tiempo y se denominan striae gravidarum.
También pueden desarrollarse estrías en la zona lumbar, en las nalgas o incluso en la vagina. Generalmente aparecen en zonas donde se acumula la grasa corporal y existen dos tipos de estrías fácilmente diferenciables:
- Rojas: como su propio nombre indica se distinguen por su tono rojizo en la piel de la embarazada que se debe a que aún existe circulación sanguínea debajo de ella y por su característico relieve.
- Blancas: con este tipo de estrías debemos estar más alerta ya que sino desaparecen en el inmediato post parto pueden llegar a ser permanentes en el cuerpo. Son típicas del último tramo de embarazo y aparecen en el momento que la piel va volviendo a su estado natural.
Independientemente de la causa de las estrías, todas comienzan como lesiones cutáneas rojizas o de color púrpura, que maduran dejando cicatrices deprimidas blanquecinas.
Las estrías son de las imperfecciones en la piel que resultan más complicadas de tratar, sobre todo cuando hablamos de las estrías blancas, aquellas que ya llevan más tiempo y requieren de tratamientos más extensos.
«Tus cicatrices son el mapa de tu piel, el mapa de tu camino recorrido, cuídalas.»
¿Qué podemos hacer para EVITAR la aparición de estrías?
Empezaremos con la mala noticia: Ninguna terapia ha demostrado suficiente evidencia científica para evitar o detener el desarrollo de estrías durante el embarazo. Pero no desesperemos aún, en una revisión Cochrane de 2004 de toda la literatura científica sobre cremas antiestrías en el embarazo se concluyó que aunque los estudios son pocos y la evidencia es débil la crema Trofolastin (con centella asiática y tocoferol, entre otros) sí se asocia a un menor desarrollo de marcas cutáneas de tipo estría durante el embarazo frente a placebo.
Por lo tanto es recomendable para tratar de minimizar el impacto de estas características marcas un cuidado de la piel adecuado a lo largo del embarazo con uso de cremas hidratantes y específicamente antiestrías sobre las zonas con mayor probabilidad de aparición. La primera opción por tanto sería la crema con centella asiática, en segundo lugar el aceite de rosa de mosqueta así como el dexpantenol y el ácido hialurónico. Lo ideal sería aplicarla una o dos veces al día, tras la ducha, haciendo hincapié en abdomen, mamas y muslos principalmente. Debe hacerse suavemente y acompañarse de ligeros masajes en movimientos circulares.
Y una vez que ya han aparecido ¿Cómo las tratamos?
El tratamiento es difícil y ninguno está realmente establecido para la época del embarazo. Para las estrías iniciales, las de color rojizo, se ha demostrado la eficacia del tratamiento prolongado durante seis meses con ácido retinoico. En un estudio el 80% de las pacientes resolvieron el problema de las estrías tras seis meses de tratamiento y tras dos meses ya se apreciaba visiblemente la mejoría. PERO OJO!! Este tratamiento debe ser prescrito por un dermatólogo y no se puede utilizar en embarazadas.
Tras el parto, existen también tratamientos con tretinoína que han demostrado eficacia para atenuar las estrías. Esta medicación es claramente perjudicial para el feto, por eso debe aplicarse también siempre al finalizar el embarazo.
Por otro lado existe también la posibilidad del tratamiento con láser. Éstos han demostrado ser altamente eficaces para la desaparición de las estrías. Existen diferentes tipos de láser y cada uno está indicado según el grado de maduración en el que se encuentren las estrías. No están recomendados durante el embarazo pero este tratamiento consigue su mayor eficacia cuando se realiza inmediatamente después del parto. En estos casos el grado de mejoría suele ser muy alto, con casi la desaparición de las estrías en muchos casos, ya que no se espera a que la estría esté ya estabilizada y formada. El láser es un tratamiento completamente compatible con la lactancia.
Pueden ampliar la información en cualquier centro dermatológico acreditado que efectúe este tipo de tratamientos.
Como ven hay múltiples opciones y soluciones a la hora de tratar estas peculiares líneas de la piel y ahora tienen las herramientas para comenzar a prevenirlas durante el embarazo o a tratarlas firmemente tras él.
Ana López-Puertas
Farmacéutica, Nutricionista y mamá de 2
@nutribyana