Volver al trabajo con un recién nacido en casa puede ser igual o más desalentador que esas primeras semanas del postparto. Pero no es de extrañar, ya que tienes que lidiar con un cúmulo de emociones, rollos de logística y si eso fuera poco… para muchas mami, también es un rollo tener que arreglártelas con las políticas de la oficina.
Con el equipo adecuado y los siguientes consejos, serás una profesional en poco tiempo.
Entérate de tus derechos como madre lactante – ¡porque los tienes!
Según la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo:
«Las trabajadoras, por lactancia de un hijo menor de nueve meses, tendrán derecho a una hora de ausencia del trabajo, que podrán dividir en dos fracciones. La duración del permiso se incrementará proporcionalmente en los casos de parto múltiple.
La mujer, por su voluntad, podrá sustituir este derecho por una reducción de su jornada en media hora con la misma finalidad o acumularlo en jornadas completas en los términos previstos en la negociación colectiva o en el acuerdo a que llegue con el empresario respetando, en su caso, lo establecido en aquélla.
Este permiso podrá ser disfrutado indistintamente por la madre o el padre en caso de que ambos trabajen.»
Incluso ya sabiendo que cuentas con estos derechos, es importante concertar una cita y crear un espacio antes de que llegue el momento para hablar con RRHH o con tus supervisores para que la transición sea más fácil para todos – incluso hablar de crearte un espacio, si no existe uno o planear como lo vas a gestionar de manera que sea más cómodo para ti.
Haz una lista y prepárate para hacerte con todo lo que necesitas
Si está amamantando exclusivamente, no se recomienda introducir un biberón antes de que el bebé tenga 4 semanas, pero entre 4 y 6 semanas parece ser un buen momento para comenzar – así que puedes empezar a prepararte en ese momento para empezar a usar biberón con leche materna y que el bebé y tú estéis ya acostumbrados cuando llegue el momento de volver al trabajo.
El Sacaleches:
Esto va a depender mucho del presupuesto con el que cuentes. Tienes sacaleches manuales muy económicos, pero probablemente no sean los más cómodos, rápidos o eficaces para sacarte la leche durante los espacios de descanso en el trabajo.
Tienes sacaleches eléctricos, sí como algunos que vienen con sujetadores adaptados y hacerlos «manos libres» – en este caso sería incluso mejor comprarlos dobles.
Otra opción económica son los sacaleches pasivos, hechos de silicona flexible que succiona el pecho y recoge la leche que va saliendo de un pecho mientras te sacas del otro o amamantas a tu bebé.
El Embudo:
Esta parte ni te la planteas muchas veces hasta que lo compras, pero hay varios tamaños de embudo para el sacaleches y encontrar el tamaño que se adapta mejor a ti es importante – de lo contrario puede resultar incómodo e incluso causar dolor y grietas en los peores casos.
Existen embudos de diferentes mm de circunferencia (24mm, 27mm, 30mm). Lo más probable es que tengas que comprarlo por separado si necesitas uno mayor o menor a 24mm – pero te hará la experiencia mucho más tolerable.
La Bolsa:
Sí, otro gasto y otra cosa de la que preocuparte y preparar, pero la realidad es que tenerlo preparado te hará la vida más fácil.
Qué llevar en la bolsa:
- Bolsas o botes de almacenamiento de la leche
- El Sacaleches (y el sujetador del sacaleches si lo tuvieras)
- Una neverita portátil para poder guardar la leche hasta llegar a casa
- Toallitas higiénicas por si acaso no tengas acceso a limpiarte en algún momento
- Un adaptador eléctrico para el coche – por si lo tuvieras que usar en el coche de camino al trabajo
- Un marcador para poner la fecha en la que te sacaste la leche – ¡no intentes hacerlo todo de memoria porque te vas a olvidar si o sí!
Ahora que lo tienes todo organizado, organízate en la oficina también – si hay nevera en la oficina, no olvides de hablar con tus compañer@s para que lo tengan en cuenta y tengas un hueco disponible en el caso de necesitarlo.
Organízate para que vaya como la seda – o lo mejor posible!
El tiempo lo es todo cuando vuelves al trabajo. Tener una rutina y un horario establecido con sesiones limitadas maximizará tu producción en el trabajo y además, a la larga, también maximiza la producción de leche.
Planea las sesiones como si fueran reuniones. Si le das prioridad a sacarte la leche, esto te permitirá darle prioridad a otros aspectos en el trabajo también y de manera más eficiente. Pero claro, esto es dando por hecho que tu trabajo es uno de oficina regular con horarios fijos y marcados. De no ser así intentar mantener una rutina es todavía más importante para no volverte loca y que la lactancia no se vuelva una pesadilla.
Cómo sea y dónde sea que te saques la leche hay dos reglas generales para maximizar las sesiones:
- No mires mientras te va saliendo la leche
- Márcate un tiempo fijo – 15 minutos por ejemplo. Sacarte leche varias veces al día va a resultar más eficaz a la hora de producir la leche, que sacártela de una vez durante una hora.
Trucos y consejos para ayudarte a extraer
Estar lejos del bebé puede afectar negativamente tu producción de leche, ya que es el bebé quien estimula la producción, así que es importante tener varios truquillos bajo la manga:
- Mantente hidratada: No te pases, pero tener en cuenta que tienes que beber suficiente agua para producir es importante.
- Llévate algo del bebé: ya sea al go que huela tu bebé o te recuerde, incluso fotos o vídeos pueden ayudar a relajarte (súper importante) y segregar prolactina.
- Masajéate: Está comprobado que masajear el pecho antes de usar el sacaleches estimula la producción.
Ten en cuenta siempre que es importante guardar la leche en recipientes esterilizados, ya que la leche materna contiene bacterias vivas y es muy fácil que se contamine y se ponga mala si no se guarda de la manera o con la temperatura apropiada:
- Conserva la leche en bolsas o botellas de almacenamiento de leche materna sin BPA y BPS.
- Un rotulador o marcador para ponerle fecha a todo.
- Guarda la leche en las cantidades en las que el bebé realizará las tomas.
- Si no cuentas con nevera, la leche materna aguanta sólo unas 4 horas a temperatura ambiente – en el caso de contar con nevera y mantenerla refrigerada puede aguantar hasta 4 días.
- Puedes empezar a congelar la leche ya antes incluso de volver al trabajo – en este caso, la leche materna puede durar hasta 6 meses.
- Si la has descongelado y está en la nevera deberá consumirla en 24h – No puedes volver a congelar la leche que has descongelado.
Recuerda que lo más importante es que estés bien y lo más relajada posible a la hora de sacarte la leche.
Si toda esta situación realmente te supera es mucho más importante que tú estés bien para que puedas disfrutar de los momentos con tu bebé – el simple hecho de intentarlo y trabajar fuera de casa con un bebé recién nacido es todo un reto y te hace una guerrera en toda regla! No dudes nunca que las decisiones que tomas son tuyas y sólo tuyas – sabiendo que son lo mejor para tí, tu situación y tu bebé.