¿Cómo puede ser que existan madres que están todo el día relucientes y llenas de amor y postividad?
Hemos hecho un poco de investigación y hemos recolectado los mejores hábitos para aplicar en tu día a día y ayudarnos a estar un poco menos estresadas y más felices.

1. Pedir ayuda
Las madres felices no tienen miedo a pedir ayuda a familiares y amigos. Mientras que hay otras madres que están con ansiedad, de mal humor y martirizadas. Echan de menos los fines de semana y las noches en el cine con su pareja porque no pueden encontrar una niñera o un familiar dispuesto a quedarse con los niños, las madres felices simplemente están más dispuestas a pedir favores.
2. Sal de la casa — pero ya
¿Has estado afuera hoy? El aire fresco, la luz del sol y la naturaleza son factores que mejoran el ánimo, y las madres pueden beneficiarse de estos factores mientras empujan cochecitos o columpios. Observa el parque de niños, a la que veas feliz, vé y habla con ella ahora mismo. Un poco de conversación adulta tampoco te viene mal.
3. Haz planes para pasarlo bien
En nuestra investigación, he encontrado que las que están más felices trabajan muy duro para encontrar tiempo y dinero para las vacaciones. Olvídate de los despertadores, los deberes, etc… y disfruta de las puestas de sol, los castillos de arena, los juegos de cartas. Y resulta que esto te da la oportunidad de recordar, por qué haces tantas lavadoras para toda esta gente.
4. Échale un poco de azúcar
Tú le dices cariño y a ti te dice “mi amor”, pero ¿están realmente siendo dulces en la relación? Las madres más felices mantienen su vida sexual activa. Te dará una alegría al cuerpo a tí y a tu pareja.
5. Comer, dormir, y ser feliz.
No pegar ojo puede ser una medalla de honor para personas con bebés pequeños, pero mientras antes descubras cómo volver tus ocho horas, más feliz estarás. Cuando te levantes de ese descanso tan merecido, prueba a comerte una taza de avena con plátano, en lugar de tres tazas de café y los restos de galleta de otras personas, a ver que pasa.
6. Estar en forma
Muchas gente piensa que el secreto de muchas madres son los antidepresivos, pero preguntamos y ninguna mencionó pastillas, ni siquiera alcohol. (Menos mal) Lo que sí mencionaron, en masa, fue el ejercicio. Y, por supuesto, tienen razón: De la misma manera en la que hacer ejercicio nos hace encontrarnos mejor, el no hacerlo nos provoca un malestar general, tanto físico como psicológico. Afortunadamente, para una madre, el ejercicio puede ser casi un lujo: al fin y al cabo, estás haciendo algo que es para tí y en compañía de otros adultos. Y en realidad eso lo hace más atractivo.
7. Uno no es el número más solitario
Buscarte tiempo sin los niños es crucial, ya sea una noche de cartas con las niñas o simplemente un baño caliente con una revista. Ser madre es un trabajo las 24h y la mayoría de nosotros no lo cambiaríamos por nada del mundo, pero un poco de «tiempo para mí» es bueno de vez en cuando.