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La Terapia de Suelo Pélvico me cambió la Vida

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La Terapia de Suelo Pélvico me cambió la Vida

No he podido ponerme un tampón correctamente desde que me vino la regla por primera vez.

Según las estadísticas, hasta el 30% de las mujeres en edad fértil en todo el mundo, experimentan algún grado de dolor pélvico crónico. Esto puede causar problemas de incontinencia, dificultando el uso de tampones e incluso tener relaciones y disfrutar del sexo.

Cuando tuve mi primer examen pélvico, fue una experiencia tan dolorosa que fue casi imposible ir a revisiones. No tener una solución a mi problema me llevó a evitar situaciones sociales y a alejarme de mis grupos de amigos, especialmente cuando todos empezaron a ser sexualmente activos, y terminó por afectar o arruinar por completo las relaciones de pareja por temor al dolor que sentiría en los momentos de intimidad.

Al consultar con los médicos durante años, me decían que físicamente no había nada mal y que el dolor se debía a la ansiedad. Los médicos no siempre tienen mucha información sobre los problemas del suelo pélvico, por lo que el tratamiento y las soluciones pueden ser difíciles de encontrar si no se sabe lo que se está buscando. Esta falta de información puede llevar a un diagnóstico o tratamiento incorrecto y puede causar más daño que beneficio.

No fue hasta que conocí a un par de mujeres que también sufrían el dolor pélvico que aprendí sobre la opción de ver a un fisioterapeuta para el dolor pélvico. Era algo de lo que nunca había oído hablar pero estaba dispuesta a intentar cualquier cosa que pudiera ayudar. Sabiendo que había otras mujeres con el mismo problema me ayudó a decidirme y a intentar encontrar una solución.

Encontrar un buen fisioterapeuta debería ayudarte a sentirte más cómoda y a ponerte metas a corto y largo plazo.

En mi primera sesión, hablamos sobre mi historia y lo que quería lograr con la terapia física: al final, lo que quería era disfrutar del sexo. Mi terapeuta me mostró los entresijos de mis músculos pélvicos, lo que se supone que debe hacer y cómo comprender su anatomía para controlarlos mejor y minimizar el dolor.

Estaba tan desconectada de mi propio cuerpo que me di cuenta de que ya no sentía que era parte de mí. Ella me ayudó a ver que el dolor y la desconexión que sentía era algo bastante común entre las mujeres que experimentan el mismo problema. No estaba sola.


A veces, el sistema pélvico en realidad no es el que causa dolor, pero los músculos siempre suelen tener algo que ver. Y la razón por la que se alivian con la fisioterapia del suelo pélvico es debido a esa relación musculoesquelética.

Fue un alivio saber que el dolor era real y que no estaba solo en mi cabeza o que yo era demasiado sensible. Después de años de haber sido desestimada por los médicos y a no poder tener las relaciones íntimas que quería, mi dolor era legítimo.

Comencé a pasar por un proceso que requiere paciencia y determinación para conseguir mi meta. Fue tan importante tener una fisioterapeuta dispuesta a pasar por esto conmigo. No es aconsejable que intentes tratarte el suelo pélvico sola, ya que puedes terminar empeorando las cosas. Existen diferentes causas para el dolor pélvico que resultan en diferentes planes de tratamiento; planes que solo un profesional puede entiende.

Con un fisioterapeuta, tienes que estar preparada a que alguien tenga acceda a tus espacios más personales, tanto física como emocionalmente, por lo que es importante que encuentres a alguien en quien puedas confiar para ponerte en una situación tan vulnerable. Ponerte en esa situación puede valer la pena, ya que la terapia del suelo pélvico puede ayudar mucho más de lo que crees.

La terapia del suelo pélvico puede ayudar con:

  • Incontinencia
  • Dificultad con la vejiga o los movimientos intestinales
  • Dolores durante el sexo
  • Estreñimiento
  • Dolor pélvico
  • Endometriosis
  • Vaginismo
  • Síntomas de la menopausia
  • Embarazo y bienestar postparto


Si tienes mala experiencia con un fisio, no te rindas, sigue probando diferentes proveedores hasta que encuentres el correcto. 


Porque, honestamente, la terapia física del suelo pélvico me ha cambiado la vida.


Comencé a salir en citas sin temor a la posibilidad de intimidad física en el futuro. Por primera vez, puedo imaginar un futuro que incluya tampones, exámenes pélvicos y relaciones sexuales. Es tan liberador.


Para saber dónde acudir para terapias de suelo pélvico o que fisioterapeutas te pueden ayudar, consulta a su ginecóloga.

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#maternidadsinfiltro

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