La Vida Madre

Consejos obsoletos sobre la crianza

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Mitos y Verdades Crianza

Consejos obsoletos sobre la crianza

Consejos obsoletos sobre la crianza

La ciencia avanza, y la evidencia que se conoce en cuestiones de alimentación también.

 

Lo que se recomendaba hace 10 o incluso 5 años puede haberse quedado obsoleto. Es decir, si tenéis varios peques es probable que los consejos que os dieron en la crianza (y alimentación) de cada uno de vuestros peques sea diferente.

El problema es que muchas hojas de recomendaciones de alimentación complementaria que en consulta se facilitan a las familias no se han actualizado basándose en la evidencia actual, y estas llegan a vuestra casa sin modificaciones. Y muchas de estas recomendaciones son totalmente contraproducentes. Saber discriminar los “errores” a veces puede ser complicado, sobre todo cuando es un profesional sanitario quien las proporciona.

Hoy os traigo algunos consejos OBSOLETOS vs ACTUALIZADOS típicas de lactancia y alimentación.

Obsoleto: Pecho cada 3 horas, 10 minutos en cada pecho. Actualizado: Pecho a demanda.

La lactancia materna debe ofrecerse a demanda. A demanda significa amamantar sin horarios ni tiempos de duración prefijados. Ofreceremos pecho siempre que el bebé muestre signos de que necesita amamantar, tanto de día como de noche. Por ello, estad atentas a sus señales de hambre y mucho tiempo piel con piel.

Lo más habitual durante los primeros meses es que las tomas sean muy frecuentes y más largas, pero a medida que pasan los meses y los bebés se hacen expertos, la duración de cada toma disminuye, siendo capaces de realizar una toma en menos tiempo y las espacian más. Pero que sea más habitual no significa que sea la norma, depende de cada bebé. Es totalmente normal que el bebé pida tomas a los pocos minutos de haber mamado o incluso varias horas después. También es normal que las  tomas sean cortas o que sean largas. Sin embargo, en caso de dudas es conveniente consultar con un profesional sanitario que asegure el buen crecimiento y desarrollo de tu bebé.

Por otra parte, la composición de la leche cambia durante la toma, por lo que si restringimos la toma a un tiempo prefijado el bebé no estará adquiriendo todos los nutrientes necesarios (no tomaría la leche más rica en grasa, que se encuentra hacia el final de la toma). Por ello, el controlar la cantidad y duración de las tomas es contraproducente. 

El bebé cuando tiene dos necesidades fundamentales: alimentación y contacto frecuente. No debemos olvidar que pecho cumple esta necesidad de succión afectiva (o “no nutritiva”) tan importante en el desarrollo de nuestro peque. 

Obsoleto: Biberón cada 3 horas. Actualizado: Biberón a demanda.

Tradicionalmente se ha tratado de controlar y dosificar la alimentación que toma el bebé, también la lactancia artificial. Sin embargo, al igual que con la lactancia materna la alimentación con biberón también debe ser a demanda y sin horarios, guiándose por las necesidades del bebé. Sin horarios fijos y determinados. 

Desde que nacen los bebés hay que buscar los signos que nos indican que el bebé tiene hambre, de manera temprana (mueve la cabeza, saca la lengua, lleve sus manitas a la boca…), para ofrecerle el alimento ante la presencia de estos signos. 

Respecto a las cantidades, aunque inicialmente podemos guiarnos de las cantidades recomendadas por el bote de leche, no significa que el bebé deba comerse toda esa cantidad de leche ni que debamos negarle más leche si quiere comer más.

 

Es algo orientativo. Si no se acaba la leche o muestra signos de no querer más (rechaza el biberón, se aleja de él…) no debemos forzarle a comer, y si tiene signos de tener más apetito (llanto, intranquilidad…) podemos preparar y ofrecerle más leche. Con el paso del tiempo, a medida que conozcamos a nuestro bebé, podemos guiarnos para preparar los biberones de los consumos de nuestro bebé. 

Lo que un bebé come es variable en función del hambre y saciedad de cada peque, en función de la etapa de crecimiento y variable, incluso, a lo largo del día. No siempre tendrá el mismo hambre y por tanto no siempre tomará la misma cantidad de leche.

Alimentación Complementaria

Obsoleto: iniciar la alimentación complementaria a los 4 meses.
Actualizado: iniciar la alimentación complementaria alrededor de los 6 meses, cuando el bebé esté preparado. 

Hasta los 6 meses la lactancia cubre todas las necesidades energéticas y nutricionales del bebé. Por este motivo, se recomienda mantener la lactancia de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, ofrecer de forma paulatina el resto de los alimentos.

 

Aunque en lactantes no amamantados no hay un claro consenso acerca del mejor momento, se considera que lo más adecuado es esperar a que el lactante presente signos de que ya está listo para comenzar (igual que en lactancia materna).

Por tanto, para iniciar la diversificación alimentaria se recomienda empezar alrededor de los 6 meses porque es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. Se considera que el bebé está preparado cuando el bebé adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos.

 

Como cualquier otro hito del desarrollo, no todos los bebés lo van a adquirir al mismo tiempo, aunque en general estos cambios suelen ocurrir alrededor de los 6 meses. Se requiere: presentar un interés activo por la comida, mantenerse sentado con apoyo, ser capaz de coger comida con la mano y llevárselo a la boca, y haber desaparecido el reflejo de extrusión. 

Antes de esta edad su cuerpo todavía puede no estar preparado para asimilar otros alimentos no lácteos y hay riesgo de que deje de tomar pecho (o biberón), cuando la leche es el alimento principal durante el primer año. En casos puntuales, en los cuales pueda indicarse iniciar la alimentación complementaria nunca debe hacerse antes de las 17 semanas. Una introducción muy precoz puede conllevar riesgos a corto y largo plazo. Entre los riesgos de introducirla de forma precoz están: alergias, desnutrición, diarreas, aumento de infecciones…

Obsoleto: dar zumos de frutas a los bebés. Actualizado: no zumos en menores de un año, la fruta debe ofrecerse entera.  

Los zumos de naranja, incluso de naranja recién exprimida, no se recomiendan en bebés. De hecho es equiparable nutricionalmente a una bebida azucarada. Cuando exprimimos una fruta para hacer un zumo se pierden muchas de sus propiedades nutricionales (además de la fibra, que está en la pulpa). Por otra parte, aumenta la cantidad de azúcares libres, diferentes a los azúcares intrínsecos naturales de la fruta. 

Se sabe que tomar zumo aumenta el número de calorías ya que para hacer un zumo necesitamos 2-3 piezas de fruta, lo que supone el doble o triple de calorías (y de azúcares). Y por último, sacia menos que una fruta entera, por lo que acabará consumiendo otro tipo de alimentos probablemente menos adecuados.

 

En consecuencia, su consumo favorece el sobrepeso y la obesidad, caries dentales y diabetes entre otras enfermedades. Además, no favorece la masticación, y por tanto al desarrollo de las estructuras bucales y del desarrollo psicomotor.

La fruta debe ser tomada entera, para obtener todos los nutrientes y fibra, resultan más saciantes y previenen de tomar un exceso de azúcar. Si queremos ofrecer un zumo de frutas: nunca antes del año de edad. A partir del año podríamos ocasionalmente, máximo ½ vaso al día, y nunca lo ofrezcamos en biberón.

Si lo comentado anteriormente es en referencia a los zumos 100% naturales exprimidos en casa… ¡poco hay que comentar de los zumos envasados del supermercado!

Obsoleto: Sustituir leche por alimentos.

Actualizado: continuar con la lactancia a demanda y complementar con alimentos no lácteos. 

Como dice la palabra, la función de la alimentación complementaria es complementar la leche. Que el bebé deje de alimentarse exclusivamente de leche alrededor de los 6 meses e iniciar la diversificación alimentaria no implica sustituir ni retirar tomas de pecho ni biberón. 

De hecho, la leche es el alimento principal del bebé durante todo el primer año de vida. Las tomas deben seguir manteniéndose con frecuencia y a demanda, y será tras la leche cuando le ofrezcamos los demás alimentos. No debemos olvidar que la función de la alimentación complementaria no es únicamente nutricional (completar sus requerimientos energéticos y nutricionales) sino también social y de aprendizaje. 

Consejos Obsoletos Crianza

Obsoleto: vamos a ofrecerle unas galletas para “que coma algo”.

Actualizado: alimentación sin forzar, basada en su hambre y saciedad. No debemos dar azúcar en menores de 2 años. 

Basándonos en la alimentación perceptiva el bebé se alimentará siguiendo en sus señales innatas de hambre y saciedad, comiendo cuando tenga apetito y dejando de comer cuando se encuentre saciado. Forzar, engañar o chantajear al bebé para que coma no es adecuado.

Tampoco se recomienda dar ultraprocesados o alternativas no saludables cuando el bebé no come lo que esperamos, pues estaremos saciando al bebé con un alimento nutricionalmente nada interesante y en la siguiente comida tampoco tendrá apetito. Además, no se debe ofrecer azúcar en menores de 2 años por varios motivos: riesgo de caries, riesgo de sobrepeso y obesidad, alteración de la percepción de sabores y aporte de calorías vacías de nutrientes. Después de esta edad tampoco debemos abusar del azúcar. 

Obsoleto: el BLW es peligroso, se va a atragantar. Actualizado: BLW es seguro si se hace adecuadamente.

El Baby led weaning (BLW) se define por una alimentación autorregulada por el bebé. El bebé desde que se inicia la alimentación complementaria lo hará de manera autónoma, siempre supervisado, con formato principalmente sólido que facilita su agarre.

Uno de los inconvenientes que tradicionalmente se ha asociado a este “método” de alimentación es el riesgo de atragantamiento. Pero no es así. Los estudios que analizan el riesgo de atragantamiento con BLW concluyen que no hay mayor riesgo de atragantamiento en este grupo de bebés siempre y cuando se sigan unas normas básicas de seguridad. Es decir, si hay una formación por parte de la familia de cómo ofrecer los alimentos de forma segura (adaptarlos, aquellos alimentos que se deben evitar…)  se ha visto que no hay mayor riesgo de atragantamiento que aquellos bebés que inician la alimentación en formato triturado.

Independientemente del método de alimentación empleado se debe instruir a las familias en la prevención de atragantamiento y primeros auxilios.

Obsoleto: introduce cereales en el biberón. Actualizado: los cereales se pueden (y deben) ofrecer en cuchara o enteros. En el biberón solamente ofreceremos leche o agua. 

La introducción de cereales en el biberón es uno de los grandes mitos de la alimentación infantil. Desde el inicio de la alimentación complementaria los bebés están preparados para comer cereales en su formato natural, bien ofrecidos en cuchara o en trozos (avena, arroz, pan o pasta, harinas…).

Además, la introducción de cereales en el biberón puede ser contraproducente por varios motivos: mayor riesgo de sobrealimentación (comen inconscientemente una gran cantidad de calorías en formato líquido) y por tanto sobrepeso y obesidad, mayor riesgo de caries (porque suelen tener más azúcares libres) y desplazan alimentos más saludables (porque alteran la percepción del sabor real de los alimentos y les genera una sensación de saciedad). Tampoco se ha visto que, al contrario de lo que se cree, disminuyan los despertares nocturnos.

El biberón solamente debe utilizarse para ofrecer leche o agua, aunque a partir de los 6 meses sería interesante empezar a ofrecer los líquidos en vaso para poder ir retirando biberones progresivamente. 

Consejos Obsoletos Crianza

Obsoleto: Empezar con pescado a los 10 meses, huevo a los 12 meses, frutos secos a los 18 meses…. – Actualizado: Los alimentos potencialmente alergénicos también se pueden (y se deben) introducir a partir de los 6 meses.

Aunque hace no muchos años, por los conocimientos de la época, se recomendaba retrasar la introducción de los alimentos potencialmente alergénicos (como ahora el pescado, el huevo, y frutos secos…) actualmente se sabe que su retraso no solamente no es necesario, sino que incluso puede ser contraproducente aumentando el riesgo de alergia alimentaria. De hecho, hay estudios que sugieren que la introducción precoz de estos alimentos en pequeñas cantidades puede disminuir la aparición posterior de alergia. 

Por tanto, a partir de los 6 meses se pueden introducir alimentos potencialmente alergénicos, independientemente del riesgo individual de alergia que presente el niño y los antecedentes familiares.

Obsoleto: Dale “mi primer…”

Actualizado: Los bebés no necesitan alimentos “especiales”

Los bebés no necesitan alimentos “especiales”. La gran mayoría de alimentos dirigidos a la infancia están compuestos por azúcares y aditivos nada recomendados en estas edades. Un bebé desde los 6 meses ya pueden comer la gran mayoría de los alimentos, en su forma natural. 

 

Si queremos utilizar productos “infantiles” debemos leer bien las etiquetas para conocer sus componentes. 

INFUSIONES PARA LOS CÓLICOS, PARA QUE DUERMA. Infusiones desaconsejadas. No efectivas y además son peligrosas.

Desde hace siglos las plantas se han empleado para todo tipo de dolencias, y de hecho existen preparados comerciales a base de hierbas diseñados específicamente para niños que prometen mejorar el sueño, disminuir los cólicos… 

Sin embargo, las infusiones en niños no tienen eficacia probada en aquello que prometen y aquellas comercializadas están compuestas principalmente de azúcar (suficiente con mirar la tabla nutricional). Por otra parte, dar una infusión a un bebé (con un valor nutritivo nulo) desplazaría el consumo de leche del bebé. Y por último, y lo más importante: natural no significa inocuo.

 

No existen estudios de seguridad y no se conocen dosis seguras en niños, pudiendo resultar peligrosas para el bebé por el riesgo de intoxicaciones.

Dra. Nerea Sarrión Sos

Pediatra
@nerea_pediatra

www.nereapediatra.com

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