Primero de todo, ¿Qué es?
«Muerte súbita de un niño de menos de un año de edad, que ocurre aparentemente durante el sueño y que permanece sin explicación después de la realización de una minuciosa investigación post mórtem, que incluye la práctica de la autopsia, examen del lugar del fallecimiento y revisión de la historia clínica».
Es decir, la muerte inexplicada de un lactante.
Ninguna hipótesis es concluyente sobre el mecanismo fisiopatológico subyacente, pero esto no quiere decir que no podamos hacer nada para evitarlo.
Por supuesto, y esto es mi opinión, debería destinarse más recursos a la investigación de la principal causa de muerte en el lactante, eso sin duda. Sin embargo hay cosas que están a nuestro alcance y es en las que nos vamos a centrar.
Desde que se introdujo en la campaña de prevención del SMSL el «ponle a dormir boca arriba» esta entidad se redujo en un 50%. Sólo cambiando la posición en la que dormían los bebés, la mitad ya no se morían.

Se que muchas estaréis pensando, ok, no me separo de la cuna durante los 365 días del primer año de su vida y así comprobaré que la criatura no se atreva a cambiar ni un poquito su posición. Pero no, no se trata de eso.
Como algunas habréis comprobado y otras comprobareis, los primeros meses esto es muy fácil, lo pones boca arriba y se despierta boca arriba, pero cuando pasan los meses… en efecto, lo acuestas boca arriba y como pollo al ast va dando vueltas y vueltas durante la noche y muchas veces termina boca abajo.
El riesgo de SMSL es mayor durante los primeros seis meses, y la capacidad de voltearse suele aparecer sobre esta fecha. De forma que, si ves que se ha volteado durante la noche, ponle de nuevo boca arriba pero no te frustres cada vez que se de la vuelta, es en muchos casos la tónica habitual. Si lo hace y lo ves, lo corriges y ya está. No te pases la noche como un ave rapaz vigilando a su presa.

Hay bastante polémica sobre el dónde debe dormir.
Por una parte y en relación al SMSL, se considera que lo más seguro es que el bebé duerma en su cuna pero dentro de la habitación de los padres hasta los 6 meses de edad.
¿Y qué pasa con el colecho?
Pues os dejo también la última recomendación a este respecto en la que se insiste que si el colecho se hace bien, con todas las medidas de seguridad, no sólo no tiene porque aumentar el riesgo de SMSL sino que fomenta la lactancia materna y la hace más duradera. Y sabemos que la lactancia materna disminuye el riesgo de muerte súbita. Luego, colecho SÍ (si quieres, vamos) pero con todas las medidas de seguridad. Hablaremos más adelante de cómo realizarlo.
Cualquier tipo de monitor de función cardiaca, saturación de oxígeno, colchón con termómetro incorporado o todo lo que te quieran vender, no sirve para nada de forma general. Estos dispositivos tienen su indicación en determinados niños predispuestos como prematuros, niños con cardiopatías o problemas pulmonares. Si tu médico no te lo ha recomendado, mi consejo, no te gastes el dinero, no te va a servir de nada.
Está demostrado que el riesgo de SMSL está aumentado en familias en las que la madre o el padre son fumadores . Y esto sí que no tiene perdón, ahora que lo sabes, si todavía fumas…
Como ya comentamos el uso del chupete para dormir es un factor protector durante el primer año de vida. Así como tener el calendario vacunal actualizado y completo.
Sin embargo hay otros factores sobre los que en muchas ocasiones no podemos influir ,como el antecedente de un hermano que lo haya sufrido, embarazos gemelares, la prematuridad y el bajo peso o complicaciones obstétricas durante el embarazo y el parto.
En este síndrome, hay todavía muchas cosas que aclarar y mucho que investigar. Cada vez sabemos más cosas y tenemos más herramientas para combatirlo dentro de nuestras posibilidades.
Es necesario conocer que existe para poder llevar a cabo todas las medidas preventivas que están de nuestra mano pero sin obsesionarse.
Os dejo un artículo muy completo donde podéis leer más información y un libro para padres acerca del tema por si queréis profundizar más.