Hay muchas razones por las que tenemos partos por Cesárea. A veces, por complicaciones durante el parto y otras son planeadas si se prevé que puede haberlas.
Al tratarse de una intervención de cirugía mayor, implica riesgos:
- Hemorragias.
- Dolor y peor recuperación tras el parto.
- Fiebre tras el parto.
- Infección de la herida quirúrgica.
- Mayor probabilidad de sufrir complicaciones en futuros embarazos.
También puede haber complicaciones para el bebé. El riesgo más común es el respiratorio por mal adaptación de los pulmones al medio extrauterino.
El paso por el canal del parto, ayuda a los pulmones a expulsar el líquido de su interior y prepararse para respirar y oxigenarse por sí solo.
En el Hospital
No hay motivos para no permitir el piel con piel, aunque hay hospitales en los que los protocolos indican no dejar al bebé con la madre. Si esto es así, tu acompañante podrá hacer piel con piel con el bebé y facilitar así su llegada al mundo.
En cuanto llegues a la habitación, procura recuperar estos minutos y tenlo contigo todo lo que puedas. El contacto piel con piel mejora la transición del recién nacido a la vida extrauterina, favorece el éxito de la lactancia materna, aumenta los niveles de oxitocina mejorando la contractilidad uterina y mejora el vínculo afectivo madre-hijo.
A pesar de las creencias, el parto por cesárea no retrasa la subida de la leche.
Es probable que te coloquen una sonda vesical para mantener la vejiga vacía durante las primeras horas que no podrás moverte. Después de unas 3h- 6h, te la retirarán y podrás empezar a moverte.
El personal sanitario te indicará la mejor manera de movilizarte para evitar forzar la zona abdominal.
Procura moverte lo más precozmente posible para agilizar la recuperación y flexibilizar la zona de la herida.
El dolor tras la intervención y una vez pase el efecto de la anestesia es normal.
Tu médico pautará analgesia intravenosa y al día siguiente, oral, con el fin de mantener un confort y evitar picos de dolor que retrasen la recuperación.
No es necesario aguantar, si tienes dolor, avisa a las enfermeras para que te administren algún calmante.
Te darán de beber y comer después de 2h – 4h en función de tu tolerancia. Puede que sufras náuseas o vómitos y sería normal.
Limpiar la herida con agua y jabón a diario, al principio estará cubierta con un apósito, pero luego procura tenerla al aire. En las primeras semanas es normal sentir tirantez en la zona, dolor o molestias en el abdomen, así como también percibir esa zona como sin sensibilidad.
Los puntos se retirarán a los 5-10 días por el médico o matrona. Cuida el proceso de cicatrización y previene complicaciones: hidrátate, protégete del sol y masajea la zona con suavidad.
En el caso de las cesáreas, el alta médica puede durar hasta los 4 días después del parto en función del estado de la madre.
En casa
Como hemos hablado, la recuperación tras la cesárea es más lenta, pero hay ciertos aspectos que debemos cuidar:
- Descanso: sé que es como utópico, pero trata de delegar algunas actividades y descansa siempre que tu bebé te lo permita.
- Cuida la alimentación: tu energía y recuperación se verán beneficiados con un correcto aporte de nutrientes y una adecuada hidratación.
- Movimiento: tan pronto como te sientas con fuerzas, trata de dar un pequeño paseo con tu bebé. El aire libre, la vitamina D del sol y el movimiento, mejorarán tu estado de ánimo y te sentirás mejor para cuidar a tu bebé.
- Ayuda: no temas pedir ayuda, todas lo necesitamos y estoy segura de que tienes a tu alrededor personas que te quieren dispuestas a ayudarte en lo que necesites.
Siéntete MUY MADRE y MUY ORGULLOSA por haber traído a tu bebé al mundo a pesar de las circunstancias.
Una cesárea no te hace menos ni peor madre. Eres todo lo que tu bebé necesita.

Loreto Lorduy
FUNDADORA - MONBEBÉ
Enfermera UCI Neonatal. Máster Oficial en Enfermería Pediátrica y Neonatal. Formación y experiencia en el área materno-infantil.