La Vida Madre

Me Cuido Para Cuidarte

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¡Bienvenidas al mundo del autocuidado! Siento que estoy aquí para acompañaros en este viaje de crecimiento, evolución y conexión. Tú que me estás leyendo, eres una mamá fantástica, que lees, te documentas, te informas y dedicas momentos para conectar con esta tribu de mamás. Desde el corazón y desde el respeto, me tomo el derecho de contarte y recordarte lo importante que eres. ¿Qué pasa con el autocuidado y las mamás? Quizá te resuenen las líneas que voy a escribirte, quizá te venga bien recordarlas y ojalá después de hacerlo tengas la ilusión por tomar conciencia de ello. Y sobre todo, de hacerlo posible.

Cuando eres mamá sientes que el día debería tener 24 horas más, tienes más lavadoras que poner, la ropa se ensucia día tras día, babero tras babero, haces ollas de caldo que en dos días se terminan, limpias y ordenas y siempre hay algo desordenado, duermes pocas horas, trabajas toda la mañana o toda la tarde, y así un día y otro. ¡Qué cansancio! Solo las mamás pueden entender lo que es la VIDA MADRE. Siento que quieres criar y educar a tus hijos o hijas en los límites, el amor y el respeto, ofrecer una crianza respetuosa y consciente. Alejarte de los gritos, los castigos y los sermones, pero a veces es tan complicado que no sientes tener fuerzas para seguir lidiando.

¡Pon atención, este es el momento de empezar! A todas las mamás que voy conociendo siempre les recuerdo lo importante del autocuidado, para mí, es la base, los cimientos, la estructura. Es necesario que nosotras estemos bien para poder cuidar, para poder dar, para acompañar, respetar y amar. Sólo si nosotras cumplimos nuestras necesidades, si nos escuchamos y nos respetamos podremos hacerlo con nuestros pequeños y pequeñas. Cuidarnos es una tarea fundamental para después poder ejercer de mamá, una misión bellísima e intensa.

Por todas estas razones, te invito a que descubras qué horas al día tienes para ti, quizá un día sean 20 minutos, otro día 30 y otro quizá sean 2 horas. Muchas veces tenemos ese tiempo y no nos damos cuenta de él, simplemente porque vamos con el automático del día a día y de la inmediatez. Por eso, te invito a parar, a repensar y a conectar contigo misma. Cuando lo hagas descubrirás un mundo tras él, un mundo que puedes permitirte y valorar. Coger ese tiempo y dedicarlo a ti, a una ducha relajada, a leer unas páginas de tu libro favorito, hacer un juego de cartas, ver algún vídeo que te interese, escuchar tus 3 canciones preferidas, tomar un café con una amiga, o cualquier otra vivencia que a ti te aporte, te haga sentir bien y te llene de felicidad y bienestar. Cuando cubres esta necesidad básica, te encontrarás más receptiva, más en paz, tranquila y conectada para poder enfocar la crianza, así como lo desees. Olvídate de la culpa, no es ser egoísta dedicarte tiempo, es ser tremendamente valiente y consciente de la importancia de los ciclos y los ritmos de la vida. Antes de ser mamá, eres persona, por tanto, cuídate como te mereces y como lo necesitas.

Los beneficios que te traerán el autocuidado serán magníficos, estarás enseñándole a tu hijo que ellos son muy importantes pero que tú también lo eres, les enseñaras la importancia de estar bien, de sentirse conectada y de poder disfrutar de ti, como persona. Podrás explicarle las necesidades que pueden tener los niños y también los adultos, y así ver que no somos héroes, sino personas con necesidades que cuidar. No podemos con todo, en nuestra gama de respuestas podemos añadir el “No puedo”, es una respuesta que no solemos dar y que es totalmente lícita. Hay días, momentos y épocas en las que no podemos, por tanto, acude a tu mochila y rellénala de vivencias que te enriquezcan y te hagan volver a conectar.

Voy a darte dos pilares en los que sujetarte y acompañarte durante estas semanas de transición.

  1. NO TE JUSTIFIQUES. El autocuidado es una necesidad básica del ser humano, todos necesitamos de nuestro propio cuidado, dedicarnos tiempo y amor. Respetar nuestros ritmos, nuestros tiempos y nuestras vivencias. Necesitamos tomar lugar de cada momento que vivimos y permitirnos la adaptación a esta nueva vida, la Vida Madre. Por tanto, no te justifiques ni busques mil razones para convencer a los demás, simplemente debes tener clara tú, tu misión y saber cuales son tus fundamentos. 
  2. TOMATE TU TIEMPO. Respeta tu adaptación, vas a entrar en un universo nuevo, en el cual no estás acostumbrada a transitar. Te invito a comprenderte y a escucharte, quizá las primeras veces te cueste o te sientas extraña, sigue experimentándolo, con las semanas veras el gozo de tu bienestar y la carga de tu paciencia y tranquilidad para ofrecer a tus hijos o hijas.

Espero que estás líneas te acompañen desde el corazón y el amor, te escribo con respeto, para mí es tan importante tu bebé como tú, tu vida, tu ser, tus necesidades, tus momentos, también son importantes aquí y fundamentales para poder educar desde la coherencia, la paciencia y la conexión.

Sandra Luque

Maestra de Educación Infantil formada en Pedagogías activas e innovación educativa.

@educamosdesdelcorazon

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