
Todas las madres tenemos días malos. Pero cuando esos días se convierten en meses, puede que haya llegado el momento de parar un poco. A veces sin darnos cuenta nos vemos tan envueltas en la rutina que empezamos a perder los nervios por cosas pequeñas o a tener discusiones tontas con nuestras parejas.
¿Te suena? Hace poco, un estudio británico descubrió que las madres solo tenían un promedio de 17 minutos al día para ellas. Ese número podría ser incluso menor para las madres españolas por una cultura en la que las madres son las almas que unen y nutren a las familias, pero con toda esa responsabilidad también se espera que asuman gran parte de las tareas de la casa, incluso mientras trabajan fuera de casa. Es lo que aprendimos de nuestras madres y nuestras abuelas. Pero si no nos permitimos darnos un respiro, nos quemamos y entonces es cuando corremos el peligro de caer en depresión.
No siempre es fácil conseguir encontrar tiempo para tí durante el día, y hay días que ya son en sí una locura. Sin embargo, las investigaciones demuestran que lo único que una mujer puede hacer para ser mejor madre es centrarse en cuidarse a sí misma, porque cuando lo hacemos estamos de mejor humor y en mejores condiciones de cuidar a los demás. El truco está en saber identificar lo que necesitas y aprender a disfrutarlo sin sentirte culpable.

1. Pide ayuda
Aprender a comunicarnos con nuestra pareja y nuestra familia es importante, sobre todo cuando queremos expresar nuestras necesidades. Y debemos hacerlo antes de quemarnos y llegar a la frustración o al enfado continuo. Es mucho mejor hablar las cosas cuando tenemos la cabeza templada para expresar de forma clara y específica sobre lo que realmente necesitamos.
Una buena idea es crear una lista de responsabilidades incluyendo a toda la familia en la creación de un horario semanal, de esta manera todos serán más consciente y proactivos a la hora de participar en las tareas.
2. Quítate ese sentimiento de culpa
Dentro de ese horario deberías crear tiempo para tí. Ya sea ir a la peluquería o a una comida con amigas, y no dejes que nadie te haga sentir culpable o avergonzarte por ocuparte de tus propias necesidades. En España, las madres más jóvenes se están alejando de esa idea tradicional de que las madres debemos ser esa figura mártir desinteresada y sin necesidades, aunque para muchas todavía sigue siendo una lucha porque no deja de ser parte de nuestra cultura.
Cuando empieces a tener sentimiento de culpa, da un paso atrás y pregúntate, ¿qué es lo que me ayudará a ser la mejor versión de mí misma?
Lo más difícil de cambiar o ignorar realmente es la autocrítica. Muchas decidimos buscar tiempo para cuidarnos, pero cuando llegamos a casa y nos encontramos a los niños llorando, nos envuelve ese sentimiento de culpa y nos cuesta volver a salir y tener ese rato que tanto necesitamos. Tomamos estas decisiones sin darnos cuenta de que somos un modelo para nuestros hijos y que ellos aprenden a relacionarse con los demás a través de nuestro comportamiento. Si lo único que hacemos es poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras,a nuestros hijos no le estamos dando las herramientas para poner su bienestar como prioridad
3. Qué es lo que funciona para tí
El tiempo que decidas tomar dependerá del estilo de vida que tengas. Puede ser tan simple como sesiones de cinco o diez minutos a lo largo del día o 30 minutos cada noche si estás empezando a crear este tipo de rutinas.
La rutina es la mejor forma de supervivencia para los padres. Si te acostumbras a meter a los niños en la cama temprano, será más fácil encontrar tiempo para tí al final del día, tomarte una copita de vino y leer esos artículos que has ido guardando, o ver la serie de la que tanto hablan tus amigas.
Hay casos, como es el de Ruby García, madre soltera de tres hijas y con pocas ocasiones para dedicarse a ella, según cuenta a la revista Parents. Trabaja como organizadora de proyectos para la organización no lucrativa Latino Outdoors en EEUU, dedica su vida a enseñar a otros cómo encontrar equilibrio. Aún así, no fue fácil buscar ese tiempo para ella sola hasta que decidió encontrar la manera de salir del trabajo una hora antes una vez a la semana, simplemente para poder sentarse en la playa o hacer un poco de senderismo en uno de los bosques de la zona. «Me salvó la vida», dijo Ruby, que combina esa salida semanal con un ritual de diez minutos cada día en su jardín después de poner a las niñas a dormir“. Dejo todo como está, los platos sucios y la casa desordenada, y le dedico tiempo a mis plantas. Es como unas pequeñas vacaciones».
4. Cuida ese tiempo para tí
Evita hacer actividades innecesarias, incluído el móvil y las redes sociales. La gente que pasa mucho tiempo en las redes viendo fotos de otras personas, que realmente muestran solo el 2% de lo más positivos de sus vidas, corren el peligro de caer en un estado depresivo. Hazte la vida más fácil y verás como tendrás menos estrés y encontrarás más espacios para ocuparlos con lo que realmente te hace feliz. Ve tutoriales para cuidados o vlogs por YouTube, haz lo que quieras, siempre y cuando aporte algo positivo a tu día a día y lo dediques a tí.