Ser madre no es fácil, pero serlo en Internet es aún peor. Las críticas de personas ajenas a la crianza de los hijos es una práctica intolerable, tanto como madres como no. Cada cual conoce y elige la forma en la que ha decidido formar a su familia, y es una decisión que todos debemos respetar.
Sino que se lo digan a Abbey Fickley, influencer de TikTok que se ha visto envuelta en una polémica por un vídeo de su hija. Abbey se ha hecho un nombre en las redes sociales con contenidos divertidísimos sobre sus hijos y su vida familiar; sin embargo, un vídeo en particular ha hecho que internet debata sobre si su estilo de crianza es apropiado o no.
La influencer, que tiene más de 300.000 seguidores, publicó un vídeo de su hija quejándose de que sus calcetines no iban a juego. Lo subtitula: «Mi perfeccionista hija de 7 años». En el video, aparece la pequeña Myla de 7 años diciendo palabrotas abiertamente delante de la cámara, a las que su madre no corrige en ningún momento.
@abbeyfickley Happy wacky Wednesday, I guess 😅##MomTok##FunnyKids#So#SoberMamaa#MamaMyla ♬ original sound - Abbey Fickley
En el clip dice: «Muy bien, ¿cuál es el problema ahora?», a lo que Myla responde: «¡¿Por qué llevo dos calcetines diferentes?!«. A la pregunta, su madre responde que no se había dado cuenta de que había cogido calcetines desparejados, y su hija bromea: «¡Esta mierda es un poco rollo Wacky Wednesday!».
En lugar de señalar y corregir la grosería, la madre se ríe, se encoge de hombros y dice: «Te compraré calcetines nuevos, ¿vale? Qué graciosa eres».
Tal y como cuenta la historia Scary Mommy en su página, algunos padres se unieron a la diversión y se sintieron súper identificados escribiendo: «¡Buen trabajo, mamá! ¡Es sólo una palabra!» y «¡HAHAHA! ¡Es lo más!»
Pero mientras algunos padres apoyaban que Abbey permitiera a su hija expresarse sin filtros, otros estaban un poco horrorizados por su elección como madre.
«¿La dejas hablas así?», escribió una persona. Sólo este comentario suscitó 136 respuestas, en las que muchos padres salieron en defensa de Abbey, escribiendo: «SÍ, mis hijos pueden hacer un uso apropiado de las palabrotas, pero no decir palabrotas sin motivo. Hay una gran diferencia» y «lo dijo con mucho respeto y con mucha gracia. ¿Por qué no?”
Otros comentaron que la madre accediera a comprar calcetines nuevos a juego, diciendo cosas como: «¡Chica, más te vale estar contenta de tener calcetines limpios que ponerte!» y «Yo diría: puedes ir sin calcetines o ponerte esos».
Afortunadamente, la mayoría de los 66.000 comentarios elogiaron a Myla: «😂 La señorita Myla es demasiado, en vez de 7 parece de 25, absolutamente ICÓNICA”, dijo un usuario. “La reivindicamos 😂 Nos encanta una reina que sepa expresarse🥰”, comentó otro.
Pero aquí no quedo la cosa, Abbey Fickley respondió a los comentarios sobre las palabrotas de su hija en otro vídeo.
«Hace uno o dos años decidí que yo sería la persona en la vida de mi hija que le enseñaría el contexto de las palabrotas«, explica. «Y en mi casa se llaman ‘palabras caseras’. Porque eso es lo que son: son palabras que sólo está permitido usar en casa».
Por supuesto, prosigue, su casa no es un antro de palabrotas sin ley.
«Las palabras caseras son en realidad un privilegio, lo que significa que pueden ser revocadas en cualquier momento», continúa. «Ejemplos de cuándo se revocarían las palabras de casa si alguna vez utilizara una palabra de casa para ofender o ser mala con otra persona o para ser mala consigo misma».
¿Cómo le va?
«En los dos últimos años en los que he enseñado a mi hija el contexto y le he permitido utilizar palabras de la casa, nunca hemos tenido ningún problema. Es una niña muy educada, que saca buenas notas y es respetuosa con los profesores y los compañeros. Nunca hemos tenido ningún problema. ¿No es una locura? Decidí desde el primer día que mi casa sería un espacio seguro para que mi hija viniera a hablar de cualquier cosa y nunca tuviera miedo o temor de que fuera a meterse en problemas. Entiendo que no todos fuimos criados así. A mí tampoco me educaron así, pero elijo romper el ciclo«.
Esta explicación obtuvo mucho apoyo en los comentarios.
«Cuanto más intentas decirle a un niño que no haga algo, más ganas tiene de hacerlo de todos modos», señaló sabiamente una usuaria.
«En nuestra casa, las palabrotas estaban 100% permitidas siempre y cuando no se utilizasen palabras racistas o se emplearan para ser malo o rencoroso», añadió otro, lo que demuestra que no todas las palabrotas son iguales. Hay una diferencia entre usarlas como comentario y usarlas para herir a los demás.
Al igual que con las palabrotas, la forma de crianza es incumbencia de cada familia, por tanto, no es tolerable criticar a las madres por sus decisiones, sean cuales sean.