La Vida Madre

¡No lo cojas que se acostumbra!

¡No lo cojas que se acostumbra!

¡No lo cojas que se acostumbra!

¡No lo cojas que se acostumbra!

¡No lo cojas que se acostumbra!

¡No lo cojas que se acostumbra!

¡No lo cojas que se acostumbra!

¿Cuántas veces has escuchado esta expresión? Pues el contacto es la primera sensación que experimentamos de bebés, cada vez hay más estudios que demuestran la importancia del contacto y los abrazos para la salud.

 

La piel, el caparazón que recubre nuestro cuerpo de forma flexible es el más antiguo y sensible de nuestros órganos.  A través de ella tenemos nuestra primera comunicación y nos brinda la protección más eficaz. La piel es el mayor órgano sensorial del cuerpo y el sistema tactil el primer sistema sensorial en funcionar.

 

 El sistema nervioso es como una parte oculta de la piel, o bien la piel es como la parte expuesta del sistema neurológico, pudiendo referirnos a la piel como el sistema neurologico externo.

Una ley embriológica general declara que cuanto antes se desarrolla una función, más fundamental tiende a ser. La capacidad funcional de la piel se encuentra entre las más esenciales del organismo. El crecimiento y desarrollo de la piel continúa durante toda la vida.

 

A lo largo de nuestra historia han ido surgiendo diferentes líneas de pensamiento que defendían el no coger a los bebés salvo si era necesario porque era sinónimo de mimarlos, ser antihigiénico, hacerlos débiles y dependientes…según decían.

 

Y es que estas corrientes son mas antiguas de lo que pensamos, ya en los años 50 había autoridades que defendían este modelo de crianza.

 

En aquella misma época, Harlow, un psicólogo conocido por sus horribles experimentos, donde utilizó bebes de macaco, considerados como nuestros primos hermanos, los aisló en jaulas con símiles maternos, uno de alambre pero que disponía de alimento y uno de rizo que no disponía de nada más. Los bebés rechazaban la figura de alambre y se agarraban a la de rizo, donde permanecían constantemente y donde se refugiaban ante situaciones de estrés. Preferían el consuelo del “contacto” antes que el alimento.

 

Gracias a estudios como éste y otros muchos que fueron apareciendo han seguido demostrando la importancia y la base química del consuelo del contacto. Demostrando

 

  • Mejora su sistema inmunológico ante las enfermedades
  • Reducción el estrés
  • Favorece coger peso en bebés prematuros.
  • Mejora la lactancia materna
  • Mejora el movimiento!

 

Y la definición de su esquema corporal que también influirá en su capacidad de relación con el exterior.

 

Y muchísimos más que seguro que aún desconocemos….

 

Como dice Iñaki Pastor en su libro “Cómetelo a besos” “ Tanto la forma de sentir en cada uno de los sentidos como la forma de moverse se programa en el sistema nervioso” ¿qué programación tendrá un bebe que no es tocado, abrazado?

 

En conclusión, como sistema sensorial que es, es el más importante del cuerpo. Un ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de los sentidos del gusto y el

olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las funciones que desempeña la piel.

 

Así que la próxima vez que escuches esto, ya sabes por que tu instinto como padre o madre es seguir cogiéndolo y comiendotelo a besos y por qué debes seguir tu instinto!

Natalia Povedano

Fisioterapia y Osteopatía

phiosfisioterapia.com

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