Tanto el sexo como la lactancia forman parte de la vida sexual y reproductiva de la mujer desde siempre, pero…
¿Son compatibles?
¡Por supuesto que sí!
¿Hay cosas importantes que necesite saber?
¡Por supuesto que también!
Como ya sabemos, el postparto supone un reto y un aprendizaje continuo en muchos aspectos y la vida con un recién nacido seguramente haya puesto del revés tu “tranquila” vida anterior. Entre los cambios de pañal, las tomas del bebé, los cólicos, las noches sin dormir y las mil y una cosas que suceden cuando tienes un recién nacido, el sexo sea lo último en lo que tu cerebro postparto pueda pensar. Tu cuerpo está atravesando muchos cambios durante este periodo, y la lactancia es uno de ellos.
Te cuento algunas cosas que te interesarán saber sobre el sexo durante la lactancia:
Tus pechos van a cambiar: de forma, de volumen, de sensibilidad. A algunas mujeres les da absoluta grima que les toquen el pecho porque lo asocian a que ahora sus pechos son para alimentar a su bebé. A otras mujeres, sin embargo, puede que les excite más que antes. Los pechos son zonas erógenas y ahora con la carga de oxitocina y prolactina, puede ser que sientas más placer cuando te los estimulan.
Tu deseo también va a cambiar: durante este periodo convives con dos hormonas llamadas prolactina y oxitocina, que se van a encargar de producir y secretar la leche. Pero también puede que incrementen tu deseo sexual y tengas la libido por las nubes. O puede que no, porque los estrógenos también descienden durante este periodo provocando una disminución de la libido. No hay normas establecidas en cuanto a este tema, cada mujer va a reaccionar de una forma diferente al cambio de hormonas que se producen.
Tu vagina va a tener mayor sequedad: durante el postparto y durante la lactancia materna, se produce una caída de estrógenos. Esta hormona tiene muchas funciones, entre ellas, es la encargada de la lubricación vaginal, así que es posible que notes que tu vagina está menos lubricada e incluso podría provocar dolor. Si es así, puedes utilizar lubricantes.
Te puedes volver a quedar embarazada: como lo oyes, aunque no tengas aún la regla, en tu cuerpo se puede producir la ovulación, con el riesgo que ello conlleva de un siguiente embarazo. Si has escuchado hablar del método MELA (método de amenorrea de la lactancia) como anticonceptivo natural, tienes que saber que ésto conlleva una precisión muy concreta (bebé menor de 6 meses, lactancia materna exclusiva y no intervalos de más de 3 horas entre tomas). Si deseas usar otro tipo de anticonceptivo, habla con tu matrona.
Tus pechos pueden soltar leche durante el sexo: la oxitocina, esa famosa hormona encargada de tantas cosas (la excitación, el enamoramiento, el orgasmo, las contracciones del parto, la lactancia…) estará muy elevada para mantener posible la lactancia. Esto supondrá que cualquier estímulo o roce con tu pecho, haga que la leche “chorree”, lo que puede suponer un momento algo cómico o algo incómodo.
El sexo no tiene que doler: en ningún caso y bajo ningún concepto. Si el sexo tras el parto duele, hay que revisar cuál es la causa, así que, si esto te ocurre, pide cita con tu matrona o ginecólogo.
La comunicación es importantísima: para todo en la vida, pero sobre todo para la prueba de fuego que supone el postparto. Si no te sientes aún preparada, díselo a tu pareja. Si sientes que tus pechos son de tu bebé y no quieres que te los toquen, díselo también. Si sientes que tienes la líbido por las nubes pero el cansancio te puede, exprésalo. Si prefieres otras formas de intimidad y cariño, manifiéstalo.
El rechazo a la pareja: a veces pasa, tienes que saberlo. Después del parto, la oxitocina (otra vez esta hormona) y las endorfinas están muy elevadas para que la mamá se enamore de su bebé y es posible que sienta que en durante este tiempo, la pareja no tiene “hueco” en este nuevo binomio mamá-bebé que se ha creado. Por eso es tan importante la comunicación entre la pareja y manifestar las emociones.
Teresa del Rosario
Matrona
@Mamitobe