Hoy os pido perdón, perdón a los dos por mis constantes gritos durante el día, pero yo tampoco soy perfecta y es lo que intento ser para vosotros. Pero hay días que no puedes ni levantarte de la cama, desearías un día sin nada que hacer, pero es martes y te vas a trabajar con todas las ganas del mundo. No hay trabajo, no hay clientes, la jefa no hace más que quejarse.
Sales corriendo a buscaros, uno a un sitio, otro a otro lado y llegas a casa y parece que ha caído una bomba porque según tu marido, para què va a recoger los juguetes si los van a sacar de nuevo o para qué va a limpiar los cristales si se van a ensuciar otra vez…Ni siquiera la fregadera del desayuno está en el lavavajillas…Pero para que abrir la boca si lo único que voy a conseguir es más tensión.Comer, colegio, siesta, merienda y ahora a ver a la yaya. Cuànto a cambiado en tan poco tiempo,verdad chicos?
Nos repite mucho las cosas o a veces no se acuerda de otras y su mano derecha no le responde y habla un poco más despacio,pero hay que disimular.No mostrar ni un poco de preocupación,ni un poco de tristeza, ni siquiera que vea como me saltan las lagrimas cuando nos dice adiós desde la terraza. Casa, duchas ,cenas…,intento tener unos minutos para mi en el baño porque llevo días que no he podido hacerlo y apareces por la puerta queriendo contarme algo. Perdóname ,ha sido un día duro,nadie merece que te griten y menos tú que no tienes la culpa de nada mi niño mayor.
Son las 22:30 y estoy deseando que os durmáis, porque no quiero alzar más la voz con ninguno de los dos, porque sois mi vida, porque no os lo merecéis. Mañana será otro día, puede ser igual de cansado pero os prometo que intentaré no alzar la voz.
Lo siento de parte de una madre que intenta ser perfecta para vosotros”
Escrito por Miriam Alonso
