La Vida Madre

A Veces Pienso Que Puedo Hacer Daño a Mi Bebé

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A Veces Pienso Que Puedo Hacer Daño a Mi Bebé

A Veces Pienso Que Puedo Hacer Daño a Mi Bebé

Aunque cada vez estamos más cerca de empezar a narrar la experiencia materna con toda su complejidad, con todas sus luces y todas sus sombras, quitándole la purpurina y mostrando más realidad, aún hay temas que resultan tabús. Desde el cambio en nuestra vida sexual, los cambios en nuestros cuerpos, los gritos que se nos escapan a veces con nuestras criaturas… Sí, hay temas que resulta complicado poder hablar. Es por eso que siempre que inicio uno de los grupos que acompaño explico que no hay temas que estén bien o que estén mal. Hay lo que cada una quiera traer ese día, que será recibido con amor y sin juicio. 

 

Y fue después de esta introducción que una madre, mirando al suelo, sin atreverse casi a mirar a las compañeras comentó: “Yo es que, no penséis que estoy loca por favor, pero es que a veces, pienso que le podría hacer daño a mi bebé”. Obviamente hubo mujeres que se sorprendieron en el grupo. Pero lo que fue aún más sorprendente fue la cara de alivio de otras, al sentir su preocupación verbalizada, al sentir que no eran bichos raros, al sentir que no estaban solas. 

 

Y es que así de primeras, esta frase nos puede asustar. Incluso si somos nosotras mismas las que la estamos pronunciando. Pero lo cierto es que el hecho de asustarnos imaginando que hacemos daño a nuestra bebé es mucho más común de lo que nos parece y tiene un nombre: fobia de impulsión. 

 

La fobia de impulsión no sucede exclusivamente en la maternidad. Se caracteriza por sentir miedo a hacerse daño a una misma o a otra persona. Es como si tuviésemos miedo de perder el control, de volvernos locas y hacer algo irracional. Estos pensamientos intrusivos (que nos vienen a la mente sin control) pueden llegar a causarnos mucha ansiedad. Y puede ser, que por el miedo que sentimos, empecemos también a realizar otras conductas para proteger al bebé. Si tenemos miedo de tirar al bebé por la ventana puede ser que empecemos a cerrarlas toda, que guardemos todos los cuchillos de la cocina o que cerremos las puertas con doble llave. 

 

Es importante diferenciar entre miedos corrientes de la maternidad y la fobia de impulsión. Todas tenemos miedos cuando somos madres recientes. Puede ser que al coger al bebé, tengamos miedo de que se nos escurra de los brazos. O que tengamos miedo de que haga un movimiento brusco y se caiga de la cama. En la fobia de impulsión el pensamiento es que somos nosotras mismas las que hacemos daño al bebé. Sería como imaginarnos que somos nosotras las que tiramos al bebé al suelo o lo empujamos de la cama. 

 

Todos estos pensamientos nos pueden hacer sentir muy mal, como si estuviéramos enloqueciendo, a la par que nos pueden generar sentimientos de culpa y soledad, por sentir que no podemos compartirlo con nadie por miedo a sentirnos juzgadas. Por miedo a lo que pensarán de nosotras como madres. Por eso hoy hemos decidido poner voz a esta situación habitual, para empezar a romper tabús y a recordarnos que no, no somos malas madres al sentir todo esto. 

 

Es esencial entender que no, que no queremos hacer daño a nuestra criatura. Ni tampoco estamos enloqueciendo. Probablemente lo que ocurre es todo lo contrario. Nos sentimos tan responsables del bienestar de este bebé, que estamos algo abrumadas. Sabemos que es vulnerable. Y que su seguridad está en nuestras manos. Sabemos que somos las encargadas de cuidarlo y de que todo vaya bien. Y eso es mucho peso. Recuerda que tú no eres tus pensamientos, que a las personas no nos definen nuestros pensamientos, sino nuestras acciones. Por suerte (o por desgracia otras veces) nuestra mente no es tan poderosa como para poder convertir en realidad aquello que pensamos/imaginamo

 

Si te está ocurriendo algo de lo que aquí comento, lo primero que puedes hacer es buscar un espacio seguro donde poder hablar de todo esto que te está sucediendo. Hay abundantes grupos de postparto o crianza guiados por psicólogas que te pueden acompañar en estos momentos.

 

Si sientes que estos pensamientos son demasiado recurrentes y que te paralizan, o que tu bebé corre un peligro real, es importante buscar ayuda profesional. Las psicólogas perinatales estamos para poder acompañarte también en estos momentos. La maternidad nos transforma y ese camino a veces no está exento de complicaciones que pueden mejorar mucho con el acompañamiento atento y respetuoso de una profesional cualificada.

Paola Roig

Psicóloga perinatal y Psicoterapeuta

@paoroig

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