¿Cómo podemos empoderar a nuestras hijas para que sean fuertes y qué significa eso?
Las niñas que crecen empoderadas, crecen sintiéndose seguras de sí mismas. Aprenden a actuar, tomar decisiones positivas sobre sus propias vidas y hacer cosas positivas para los demás. Son niñas que se sienten bien consigo mismas y crecen sintiendo que pueden hacer lo que que se propongan.
Obviamente no significa que no puedan (como todas nosotras) tener momentos de inseguridad y dudas, pero estos sentimientos no son paralizantes porque han aprendido a resolver sus problemas. Crecerán para llevar una vida plena y con valores.
Y aunque parece fácil a veces es difícil romper patrones y tradiciones que mandan a nuestras niñas mensajes contradictorios o que recalcan y confirman estereotipos con los que se suelen encontrar fuera de casa. Estas son algunas claves para criar a nuestras hijas para que se sientan fuertes y empoderadas:
1. Anímala a seguir sus pasiones
El compromiso total con una actividad que la motive y le guste le dará la oportunidad de dominar habilidades, superar retos, aumentar su autoestima y centrarse en su valor intrínseco en lugar de guiarse por su apariencia para valorarse a sí misma.

2. Déjala tomar decisiones
Siempre que sea posible, permítele tomar decisiones constructivas sobre su vida. Deja que elija su propia ropa, dentro de los límites que tú consideres. Dale voz en las actividades extracurriculares en las que quiera participar y en cuántas (siempre y cuando también funcione para el resto de la familia). Recuerda que saber lo que más le guste vendrá de probar cosas y descubrir si le gustan o no, así como encontrar cosas que le encante hacer.
3. Se consciente e identifica los valores en tú familia
No nos podemos olvidar que aprenden más de lo que hacemos que de lo que decimos. Además, piensa bien en los valores que quieres transmitir y si estos se ven realmente reflejados en la forma que tienes de criar, no sólo con tus hijas, si tienes hijos, ¿cómo es la relación y las expectativas en relación con su hermano?
4. Evita solucionarle los problemas
Si le solucionas los problemas, no desarrollarán las habilidades que necesitan para afrontarlos por sí misma en un futuro. Anímala a pensar en tres estrategias que podría usar para lidiar con una situación, y luego habla con ella sobre las posibles consecuencias de esas decisiones.
Deja que ella decida lo que quiere hacer (dentro de lo razonable). Incluso si no estás de acuerdo con su decisión, le dará a tu hija una sensación de control sobre su vida y le enseña a ser responsable de sus decisiones.

5. Anímala a participar en cosas arriesgadas
Niñas que evitan riesgos tienen una autoestima más baja que las niñas que se enfrentan a desafíos. Anímala a ir más allá de su zona de confort; por ejemplo, si tiene miedo a coger la bicicleta cuesta abajo, empieza por una cuesta pequeña pero no dejes de retarla.
Es importante ayudar incluso a las niñas que no sean muy atléticas a desarrollar cierta competencia física y confianza cuando son pequeñas. Ya sea a través del deporte individual o en equipo, las niñas deben formar una relación física con su cuerpo que les genere confianza.
6. Empieza por mostrarle valor por ser ella y no por su físico
Anima a tu hija a comer de manera saludable, pero no te obsesiones con lo que come. En lugar de decirle que se le pican los dientes, o que algo engorda, explícale que no es sano o bueno para ella, para ser fuerte y poder correr o pensar bien.
Escucha sus opiniones (sobre la comida y otras cosas) y expresa lo bueno de su personalidad, y resalta las características que la ayudarán a convertirse en la persona que quiere ser.

7. Permítele que se enfade y esté en desacuerdo contigo
Criar a una niña empoderada significa vivir con una. Ella debe ser capaz de enfrentarte y ser escuchada, para que pueda aprender a hacer lo mismo con sus compañeros de clase, profes o con un novio, o incluso con sus futuros jefes.
También necesita que la guíes para aprender a ser clara en sus desacuerdos, y apoyarla a no renunciar a sus convicciones sólo para mantener un falso bienestar. Ayúdala a tomar sus propias decisiones, a expresar sus sentimientos y a quién.
8. Haz tiempo siempre para hablar con ella
Al crear momentos consistentes y predecibles cuando ella sabe que estás receptiva y disponible para escucharla, como en el coche o dando un paseo, con el tiempo te dejará entrar en su mundo interior.
Deja que te use como un confesionario para resolver lo que le está pasando, sin tener que darle soluciones a sus problemas. Escucha más de lo que hablas – si le ofreces más soluciones de las que ella resuelve sola, no sólo te dejan de escuchar, sino que dejará de pensar por sí misma.
9. Limita el acceso a las redes sociales y los medios hasta cierta edad
Esto le dará más tiempo para desarrollar sus propias ideas, creatividad e imaginación a partir de su experiencia directa. A medida que crezca, los mensajes de los medios llegará y tener reglas y rutinas desde el principio puede ayudar a tu hija a controlar sus propias experiencias a medida que se haga mayor.

10. Habla sobre esos mensajes en los medios y en las redes
Guíala y ayúdala a evitar la obsesión con el físico y el consumismo que a menudo domina los medios. Al ayudar a tu hija a procesar los mensajes que ve en la pantalla y desarrollar sus propias ideas puede prepararla para resistir mejor esos estereotipos tan dominantes. Hablar con ella sobre su opinión y compartiendo la tuya, sin juzgar la suya, siempre desde un lugar más analítico que crítico.
11. Habla sobre las relaciones en las pelis y sobre las relaciones en la vida real
A veces no nos damos cuenta de las expectativas del comportamiento que expresan las películas, no sólo de su comportamiento sino del comportamiento que ella tiene que esperar de sus parejas en un futuro. Es importante que hablemos sobre lo que realmente merecen y deberían esperar de su pareja, ya que las historias románticas a las que son expuestas, en su mayoría, tienden a romantizar situaciones que no son ideales para mantener relaciones estables – creando expectativas erróneas en la mente de nuestras hijas.
12. Reconoce sus duelos, pero con perspectiva
Tenemos que reconocer el dolor que nuestras hijas estén experimentando, que se sientan escuchadas, aceptadas y que empatizamos con ellas.
Pero también debemos ponerlo en perspectiva, mantener la calma y escuchar lo que están experimentando sin proyectar nuestras propias experiencias en las suyas.
Tu hija está teniendo una experiencia diferente a la tuya, incluso si ves similitudes cuando miras al problema por encima.
13. Disfrútala
Tener una niña que se siente fuerte y empoderada puede ser una experiencia lleno de emociones.
Encuentra actividades que disfruten las dos y háganlas con regularidad juntas. Ya sea cocinar, desayunar, ir de excursión o leer libros juntas.
Intenta mantener esa conexión a medida que se va haciendo mayor; si alguna vez las cosas se ponen difíciles, ese vínculo será esencial para reencontrarse y mantener la unión entre las dos!