Ya ha llegado la Navidad, la época donde los niños se convierten en protagonistas durante el día de Navidad y el de Reyes. Por estas fechas, todos los familiares recorren las tiendas físicas y online buscando el regalo ideal para sus hijos, sobrinos o nietos. ¿El resultado? Abundantes regalos envueltos en papel temático para todos los niños de la casa.
Según los expertos, cada niño recibe entre todos sus familiares, amigos o allegados más de 10 regalos de media cada Navidad. Este es el síndrome del niño hiperregalado, la consecuencia del exceso de regalos que puede provocar que los niños dejen de apreciar cada regalo y se vuelvan más caprichosos y consumistas.
Los pequeños experimentan 2 semanas emocionantes y de tensión continua donde reciben muchos regalos, pero a la vez sienten frustración cuando no reciben lo que han pedido. O, incluso, cuando se les da presentes que no han incluido en su lista de deseos como puede ser la ropa.
Esta tendencia se traduce en que nuestros hijos valorarán los regalos por la cantidad y no la calidad, convirtiéndose en caprichosos y egoístas. Si esta situación no se educa, podrían desarrollar la idea de que no hace falta esforzarse para conseguir las cosas, llegando a desarrollar el síndrome del niño tirano.
¿Cómo evitar el síndrome del niño hiperregalado?
En primer lugar, los padres tenemos que hacer un esfuerzo por entender que más no es mejor, y que tampoco podemos suplir con regalos el poco tiempo que pasamos con ellos o la carencia de juguetes que tuvimos en nuestra infancia.
Los valores de los que tantos nos preocupan como padres y que tratamos de inculcar cada día a través de ejemplo, a veces quedan olvidados en situaciones en las que nos dejamos llevar por el consumo. ¡Pero no te asustes! Porque hemos recopilado 4 tips que nos permitirá disfrutar junto a nuestros hijos de una manera responsable de las festividades.
- La regla de los 4 regalos
Una forma de lograr que nuestros hijos reciban lo que verdaderamente quieren es limitar los regalos a 4 cosas basadas en las siguientes pautas:
- Un regalo para vestir: como puede ser una prensa o accesorio
- Un regalo emocional: algo que el niño desee mucho
- Un regalo que tenga finalidad: que fomente la cultura o el aprendizaje
- Un regalo necesario: algo que el pequeño necesite, como una mochila o equipamiento deportivo
En las casas de los familiares o allegados lo ideal sería que el pequeño solo reciba un regalo. Al principio, esto nos puede costar, pero seguro que nuestros seres queridos entenderán que es lo mejor para nuestro hijo.
2. Ayudar con la carta
No se trata de limitar regalos, sino darle un sentido más consiente y responsable a la carta de los Reyes Magos. Por eso, acompañarlos en esta actividad puede servir para orientarlos en realmente adivinar qué es lo que necesitan, convirtiéndose en una buena oportunidad para inculcar valores la gratitud o empatía.
3. Un regalo que entra por otro que sale
Siguiendo con el punto anterior, otra forma de inculcar la solidaridad, la bondad y la generosidad es aprovechar estas fiestas para donar aquellos juguetes o ropa en buen estado que ya no utilicemos.
4. Un regalo no material
Solemos dedicar este tipo de regalos a los más adultos, sin darnos cuenta de que regalar unas entradas para el teatro o un día en exclusiva con algún familiar, dejará a un lado la sensación de vacío inmediato que dejan los regalos, y se ilusionará esperando a que llegue el día
La Navidad no es solo un momento de regalos y objetos materiales, sino también tiempo que disfrutar en familia, empatizar con los que no tienen tanto y aprender a ponerse en la piel de los demás.