¡Bienvenidas a la etapa educativa de vuestros hijos o hijas! La etapa educativa comienza desde muy temprano, conocemos la educación infantil que abarca desde los 3 a los 5 años.
La educación infantil es una etapa de régimen no obligatorio, aunque son la mayoría de niños los que están escolarizados. La escuela se convierte en el segundo agente socializador más importante, como ya sabemos el niño o la niña necesita de la convivencia, de normas, de límites, nuevos espacios y nuevas relaciones para sentirse en un mundo de interacción.
Debemos recordar que la socialización es siempre un proceso lento, continuo y gradual. Seguida de la educación infantil, continúa la etapa de Primaria, la cual si es obligatoria y que dura seis cursos.
Estas primeras etapas, infantil y primaria, desarrollan en el niño los pilares de aprendizaje, constancia y dedicación. Reconocen el hábito de estudio y el esfuerzo como herramientas para evolucionar y crecer.
Este bagaje les permitirá más adelante encontrar la motivación en la Educación Secundaria (ESO), aquella que comprende de los 12 a los 15 años, aproximadamente.
Antiguamente, las escuelas eran centros de preparación, de formación y aprendizaje unidireccional, dónde siempre eran los niños quienes aprendían de los maestros. Veíamos un proceso de enseñanza – aprendizaje muy estricto, marcado por la disciplina y los resultados. La educación ha ido evolucionando y de cada vez más son los colegios que apuestan por una educación innovadora.
Las escuelas necesitan ser firmes en sus líneas pedagógicas (los principios que defiende la filosofía de centro) pero también es necesario que reciclen las metodologías, que evolucionen y que crezcan. Hemos comprendido como una educación bidireccional, en la que todos son fuente de conocimiento es mucho más satisfactoria.
En esta nueva educación, la motivación cuenta un papel esencial, hoy día hemos podido comprobar como es el motor que consigue que los adolescentes sigan formándose y buscando su camino.

Por ello, hoy me gustaría hablarte de los deberes. Muchas escuelas consideran los deberes como una herramienta de trabajo, de crecimiento y de repaso.
Una herramienta para seguir consolidando aprendizajes o para consolidar aquellos que se están aprendiendo.
En cambio, para otras escuelas, los deberes son actividades y propuestas sin sentido que solo fomentan la desigualdad y la desmotivación.
Así pues, hoy querida mamá, te contaré algunos secretos, cuáles son los beneficios y las contraindicaciones de realizar deberes en casa.
Estos beneficios aportan a los niños y niñas confianza, disciplina, seguridad y autonomía. A lo largo de los años van haciéndose responsables de sus tareas, de la gestión del tiempo y de sus objetivos. Además, si son actividades pensadas y bien diseñadas, que no sólo fomenten la interiorización de información, promueven la creatividad, la educación en valores y la inteligencia emocional.
En cambio, otras escuelas, como he comentado en líneas anteriores, consideran que los deberes suponen grandes inconvenientes. Te comentaré algunos que considero importantes y necesarios, para mí, en los que necesitamos poner el foco y atención. El inconveniente más conocido de las tareas en casa es el aburrimiento.
Muchas veces cuando traen deberes del colegio, lo asocian más a una obligación y no tanto a una tarea. Además, si recibe deberes un niño que tiene dificultades en el aula, seguramente estas dificultades irán en aumento porque no podemos asegurarnos que en casa tendrá alguien que pueda ayudarlo.
Por otro lado, si es un alumno que está aprendiendo y consolidando los objetivos podemos poner en riesgo su motivación. De este modo, los deberes pueden promover aún más la notoriedad y las diferencias entre los alumnos, abordando la diferencia y la no-inclusión.

Para concluir con las contraindicaciones de los deberes es primordial recordar que los niños se encuentran en una etapa de evolución y de aprendizaje, dónde su mayor herramienta de proceso y evolución es el juego. En el juego encuentran la motivación y la implicación necesaria para desarrollar habilidades de aprendizaje.
En conclusión, como maestra, siento que los deberes pueden ser interesantes siempre y cuando hagas un uso adecuado de ellos. Debe ser una propuesta pensada, diseñada y decidida con coherencia, con cuidado y la cual acoja todas las necesidades y ritmos de los niños. A mi parecer, debería ser una herramienta que motivara y que supusiera un reto y un aprendizaje para el alumno.
Queridas madres, queridas compañeras de vida o queridas acompañantes de deberes sigue tu intuición, acompaña a tu hijo o hija desde la lógica y sobre todo desde el sentido.
La base de cualquier aprendizaje funcional y significativo es encontrar el sentido y la utilidad de aquel conocimiento, será sanador para ellos y ellas recibir tu apoyo, tu escucha y tu comprensión. Y a ti, libérate de la carga y la culpa si un día no puedes ayudarle o si un día no entiendes la tarea, es lícito y sensato.
Sandra Luque
Maestra de Educación Infantil formada en Pedagogías activas e innovación educativa.
@educamosdesdelcorazon