La Vida Madre

Cómo Lidiar con las Rabietas de Nuestros Hijos

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Cómo Lidiar con las Rabietas de Nuestros Hijos

¿Quién no ha tenido ese momento de “no puedo más” cuando nuestro hijo está en medio de una rabieta? Especialmente cuando son pequeños, donde los pensamientos e ideas empiezan a surgir pero todavía no saben expresar bien sus emociones y frustraciones.

Queremos compartir una ideas para prevenir esos momentos:


Prevenir los berrinches

Una manera de reducir los berrinches es establecer una rutina diaria y pasar un tiempo con ellos dándoles toda nuestras atención. Reforzamos las experiencias positivas y la confianza para que sepan que estás aquí cuando ella me necesite. Aprovecho para guiarla en sus momentos de frustración y enseñarle técnicas de respiración para relajarse.

Otra manera de ayudar a prevenir los berrinches que he encontrado es saber lo que le frustra y planificar en consecuencia. Por ejemplo, cuando tiene hambre y no lo expresa, se frustra más fácilmente y se pone de malhumor. Saberlo me ha ayudado a tener la comida o merienda preparada para evitar ese momento.


No intentes calmarlo en ese momento

Ellos también necesitan descargar sus emociones y saber a recuperar el control. Es importante darles tiempo y espacio a nuestros hijos para que procesen y expresen lo que sienten y es importante comunicarles que les estamos dando ese tiempo y que cuando estén listos para hablar, estamos aquí.

Ignóralo a menos que esté físicamente en peligro. Si quitas la atención por completo, no reforzarás un comportamiento que no quieres. Pero no significa que lo pierdas de vista, sino que no acudas a su atención. Dale tiempo a procesar y calmarse.

Si comienza a golpear, patear, morder o tirar cosas durante una crisis pudiendo dañar a otros que están cerca de él, es momento de acercarte y frenar ese comportamiento. Hablar con ella y hazle saber que no es aceptable hacer daño a otros.  Como consecuencia, le puedes quítar un privilegio y sentarla aparte para que reflexione sobre su comportamiento. Cuando esté más calmada dialoga con ella sobre lo que ha pasado haciéndole saber que entiendes su frustración y ayudándola a saber cómo gestionarla.


Mientras más fuerte grite, más suave debes hablarle

Mantener una voz y un tono calmado, dialogando y razonando con ella, la ayudará a calmarse.. Después de la rabieta, debes hablar con ella para analizar la raíz de su enfado y que se dé cuenta que también puede afrontar las situaciones con calma. Nunca subestimes el poder de tener una conversación real con tus hijos. Ellos se dan cuenta de que te interesas por ellos y te tomas el tiempo de hablar con ellos y que lo haces de una forma calmada.


Empatiza con ella y entiende sus reacciones

Sabemos que esto lleva un tiempo, pero le estamos ayudando a usar las herramientas necesarias para poder comunicarse con nosotros y con otros niños. En definitiva, les estamos ayudando a desarrollar las habilidades sociales necesarias para relacionarse con los demás . Los berrinches están mal entendidos, porque no sólo son expresiones de enfado,  también puede venir de la tristeza. Necesitamos saberlo, actuar en consecuencia y mostrarle que empatizamos con ellos.

Tómate tu tiempo y enséñale qué son las emociones, a distinguirlas y a saber expresarlas. Si es muy pequeñita puede hacerlo con gesto y a medida que va creciendo podrá expresarlo con palabras.


Desvía su atención

A veces  lo único que tienes que hacer es crear algún tipo de distracción. Lleva siempre en tu bolso juguetes para distraerla y prevenir esas crisis emocionales antes de que ocurra.

Si estás de compra interactúa con ella y hazle partícipe de la compra con los sabores, colores, etc. Es fácil que miren a algo que les llama la atención y distraerla ya que su capacidad de atención es corta y  puede ayudar a ponerla de buen humor.


Dale un gran abrazo

He descubierto que he ayudado a mi hija a calmarse sólo detenerme un momento, dedicarle unas palabras y abrazarla. Los abrazos ayudan a que los niños se sientan seguros y a saber que tú estás ahí pendiente de ellos.


Evita la humillación

Procura evitar llamarle la atención delante de los demás y evita esa humillación. Tu hijo pondrá más atención a lo que hay a su alrededor y a su vergüenza que al dialogo que tú estás intentando tener con él.


Reconoce su esfuerzo

Es importante reconocerles su esfuerzo cuando se mantienen sentados en un restaurante durante mucho tiempo o cuando estamos de compras. Siempre un refuerzo positivo y cariñoso lo hará sentirse bien, orgulloso de sí mismo y reforzará un buen comportamiento.

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