Todas hemos estado en esa situación… llegan a la edad en la que pueden empiezan a comer sólidos y cuando intentas que coman sano (o simplemente que coman!), no hay manera. Y si encima te atreves a preparar algo que se sale un poco de lo común se puede montar la marimorena. Muchas madres desisten y les dan lo que pueden o lo que no resulta en un drama diario y constante.
Aunque no hay un manual exacto para cada niño, las queremos animar a que prueben estos consejos:
1. Celebra lo salado
Aunque tengamos tendencia hacia lo dulce, si nos pasamos el día intentando esconder las verduras bajo capas de azúcar de frutas, ¿cómo aprenderán los bebés a disfrutar del verdadero sabor de las verduras? Una de las mejores maneras de criar niños con paladares más aventureros es celebrar lo terrenal de las verduras y dejar que la fruta sea fruta. ¡Dáselos por separado y deja que los niños los saboreen!

2. Todo un arcoiris
Así es, un arcoiris de verduras! Hay tantas verduras sabrosas por ahí que no hay necesidad de usar siempre las mismas, como las batatas o las zanahorias. Dales sabores fuertes como acelgas, pimientos o remolachas. Estás entrenando el paladar de tu bebé para que se acostumbre a una variedad de colores, sabores y texturas desde el momento en que comienzan a comer sólidos. Cuanto más audaces sean los sabores, más flexibles se volverán sus paladares. Siempre que puedas, intenta comprar ingredientes frescos. No hay nada como el sabor de los productos de temporada.

3. Condiméntalo y dale sabor
¿Por qué enseñar a tu bebé a comer alimentos sin sabor? Además de usar azúcar o sal, puedes darle sabor a la comida de los niños con muchos tipos de condimentos. No tengas miedo de usar tomillo, romero, albahaca, comino, ajo, cebolletas y cualquier otra cosa que encuentres en tu cocina para darle más sabor a la comida. ¡Ponle aceite de oliva! Todos estos ingredientes son ricos en nutrientes provocarán una “explosión de sabores”. Recuerda: sabor real = comida real = comida para paladares aventureros.

4. No te rindas
Solo porque tu bebé escupa los nabos tres veces no significa que tengas que dejar de intentarlo. Muchas veces los bebés necesitan probar nuevos sabores varias veces para acostumbrarse a ellos. Si los nabos terminan en el suelo el primer día, deja pasar unos días unos días e inténtalo de nuevo. Es probable que tu bebé reconozca el sabor en el segundo o el tercero (¡o el cuarto!) intento y se dé cuenta que después de todo está bueno. Nunca le obligues a comer algo que esté rechazando en ese momento, ten paciencia, inténtalo de nuevo otro día. Los alimentos y los bebés son un delicado equilibrio de exploración y formación del paladar.

5. Atrévete
Siempre que tu bebé no tenga alergias severas a los alimentos, sé tan aventurera con los sabores como quieras que los niños sean con los alimentos. Aprender a amar la buena comida desde el principio allana el camino para tener un estilo de vida más saludable. Crea hábitos para una relación positiva con la comida.
