La Vida Madre

15 Maneras de Ayudar a nuestro Bebé a Disfrutar la Comida

15 Maneras de Ayudar a nuestro Bebé a Disfrutar la Comida

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15 Maneras de Ayudar a nuestro Bebé a Disfrutar la Comida

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15 Maneras de Ayudar a nuestro Bebé a Disfrutar la Comida

15 Maneras de Ayudar a nuestro Bebé a Disfrutar la Comida

En los primeros dos años de vida tu hijo aprenderá a sentarse, mantenerse de pie, caminar, correr, hablar….  y a comer. Pero aprender a comer va más allá de llevarse la comida a la boca con sus manitas o a saber usar una cuchara.

Aprender a comer implica desarrollar el gusto por los nuevos sabores y texturas, y desarrollar todo tipo de habilidades necesarias para que disfruten y que la hora de comer sea un placer y no un problema.

“Incluir buenos hábitos antes de los 2 años es un tipo de «medicina preventiva» , dice la experta en alimentación Karen Le Billon.

Los investigadores creen que las experiencias que tienen los bebés cuando comienzan a comer sólidos  produce un gran impacto en los alimentos que termina gustándole. De hecho, los estudios muestran que los hábitos alimenticios establecidos en la infancia – ya sean saludables o no – influyen en las elecciones durante la infancia, la adolescencia e incluso la edad adulta. Es mucho más fácil fomentar estos hábitos en tu bebé ahora que es pequeño, que intentar cambiarlo con 8 años.

Aquí te mostramos algunas ideas para ayudar a tu peque a sentirse seguro y cómodo con todo tipo de alimentos.

1. Ten Paciencia

Las investigaciones han demostrado que los bebés comerán más fruta o verdura después de haberlo probado al menos ocho o nueve veces. Muchas nos damos por vencidas después de tres o cinco intentos si lo rechazan. Pero ten paciencia, lleva tiempo y no todos aprenden al mismo ritmo. Así que, antes de pensar que tu hijo no le gusta esa fruta o verdura,  o es «quisquilloso», recuerda que todavía está aprendiendo.

“El amor por las nuevas comidas no es innato. Es algo que necesita ser enseñado con mucha paciencia», dice la Dra. Le Billon.

2. Dale de Todo

Sirve tantos alimentos y sabores diferentes como puedas en estos primeros dos años. A esta edad la mayoría de los niños comienzan a rechazar los alimentos nuevos – incluso los que les gustan mucho. Por lo tanto, si han estado expuestos a una gran variedad de gustos, seguirán comiendo más tipos de alimentos.

3. Cambia las texturas

Añádele a los purés algunos trocitos pequeños de batata bien cocida, dale un aguacate maduro, hazle unos calabacines al vapor o a la plancha… En la investigación, a los bebés que se les alimentó con una variedad de compota de manzana de diferentes texturas – suave, grumosa y en cubitos – les gustó una mayor variedad de texturas en otros alimentos que a los bebés que fueron alimentados principalmente con puré de manzana. En otro estudio, los niños de 7 años que no habían recibido sólidos con grumos hasta después de los 9 meses comían menos alimentos y tenían más problemas de alimentación que los que tenían sólidos con grumos entre los 6 y 9 meses.

4. Tiempo y Tranquilidad a la Hora de Comer

«La ansiedad y el estrés cortan el apetito de tu hijo», dice la dietista y pediatra Natalia Stasenko,  “Las comidas familiares es para estar juntos, hablar y conectar, no para contar la cantidad de bocados que tu hijo toma”. Cuanto menos interfieras mientras come, más apreciará su propia comida, se está adaptando y disfrutando del momento saludable de la comida, y estamos creando un entorno de alimentación seguro, agradable y feliz para tu hijo.

5. No seas tan estricta

¿Hummus y zanahorias al vapor para desayunar? ¿Sopa para merienda? …… ¿Por qué no?. Nuestros hijos aún no entienden qué alimentos se deben comer y cuándo . Como madres, cuando nos obsesionamos en cómo deben ser los desayunos, las comidas y las meriendas, podemos terminar con opciones poco saludables, como magdalenas azucaradas para el desayuno o galletas para la merienda.

6. Deja que se manchen

No tengas prisa en limpiar la cara de tu hijo y déjale que disfrute mientras come. Tu hijo necesita experimentar la comida con todos sus sentidos. Déjales que se pringuen, aprenderán lecciones importantes sobre la textura y sabores.

7. Añade fruta o verdura en sus comidas

Aunque sea una pequeña porción, cuanto más se familiarice con un alimento, más pronto lo aceptará. Aprenderá a comerlas a cualquier hora del día y será algo natural para él.

8. Quítale importancia el postre

Evita vincular el postre con las emociones y no lo uses como castigo o recompensa. Sirve el postre junto con la comida para quitarle importancia. Ponlo sobre la mesa con el resto de la comida, aunque a veces tengas el típico postre con galletas. Claro, a veces tu hijo puede comer el postre primero o incluso a media comida, pero eso está bien, procura poner porciones pequeñas, lo más probable es que también coman los otros alimentos.

9.  Mensajes Positivos

Aprovecha que tu hijo está ahora desarrollando sus habilidades lingüísticas y habla con él sobre la comida. Puede que no entienda el significado de todo lo que dices, pero estás haciendo que la conversación sobre la comida sea algo cotidiano.

Siéntate con él si tienes tiempo y pregúntale sobre lo que está comiendo y si quieres más. Algunas veces te dirá que prefiere otra cosa, con positividad hazle saber que lo entiendes y que eso lo comerá otro día o en otro momento.

10. No caigas en la rutina

Si queremos evitar que nuestros hijos les guste sólo un tipo determinado de yogur, leche o arroz, tenemos que variar las marcas, tamaños, formas y sabores de los alimentos que les damos.

Por ejemplo, en lugar de servir solo arroz blanco, podemos darle también el integral, el arroz negro, al vapor, frito o mezclado con verduras y otros granos como la quinoa. Es posible que prefieran un tipo más que otro, pero probablemente también estarán de acuerdo en comer otros tipos.

11. Ignora algunos rechazos

Si cuando le damos un alimento determinado, un puré de calabacines por ejemplo, y arruga la nariz, no debemos asumir que lo odia. Los investigadores dicen que una mueca es una expresión perfectamente normal durante la alimentación y no significa que a tu bebé no le gusta el sabor o que nunca lo hará. En los peques, esto ocurrirá cuando digan «no me gusta» incluso antes de probarlo, lo que generalmente significa que «no lo saben». Si lo rechaza y no quiere comer un determinado alimento, retíralo sin hacer ningún comentario e inténtalo nuevamente en unos días.

12. Sirve los vegetales primero

Los niños suelen ser más receptivos cuando tienen hambre. Puedes darle verduras en la merienda, de esta manera te aseguras que ha tomado algunas piezas ese día, si las ha rechazado durante la comida.

13. Enfócate en degustar, no en comer.

Cuanto más saboree un alimento, más probable es que lo acepte y disfrute. Degustar significa que la comida toca las papilas gustativas, no tiene que tragar realmente. A veces si evitas la presión de tener que tragárselo, le animarás a probar más alimentos, dice Leann Birch, Ph.D., profesora de alimentos y nutrición en la Universidad de Georgia en Atenas.

14. Evita el menú infantil

Cuando salgas a comer fuera, evita elegir de la parte  «menú para niños», que suele ser una comida basada más en la comodidad que en nutrición. Pide un plato pequeño y comparte tu comida con él.

15. No le pases tus manías

Una investigación ha encontrado que la variedad de frutas y verduras que le damos a nuestros hijos está relacionada con nuestras preferencias. Si tenemos problemas de alimentación o problemas de peso, pueden influir en la alimentación de nuestros hijos. Eso puede impedir que tu hijo tenga una relación sana con la comida. Dale a probar incluso lo que a tí no te gusta.

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Lole Wong

Lole Wong

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