
No te asustes si tu bebé reacciona de manera determinada a algunos estímulos, ¡es normal! Los reflejos primarios o arcaicos son movimientos automatizados e involuntarios que provienen de la parte del cerebro más primitiva. El objetivo de estos reflejos es la protección del recién nacido en las primeras semanas de vida.
Origen de los Reflejos
La actividad motora comienza su camino en el útero, con estos reflejos primitivos, que pasarán a reflejos posturales y más tarde al control voluntario de los movimientos, habilidades y destrezas.
Por qué son importantes
La valoración de la presencia de estos reflejos en el momento correspondiente es igual de importante que valorar su desaparición e integración en otros patrones de movimiento más complejos; ya que, si permanecen activos o no existe una correcta integración, podrían indicar alteraciones del desarrollo del Sistema Nervioso Central (SNC). La visita reglada al pediatra asegurará la evaluación y detección de cualquier anomalía en la maduración de nuestro bebé.
Algunos de los principales reflejos y en qué consisten:
- Reflejo de presión palmar y plantar: el bebé flexiona los dedos empuñando con la mano o los dedos del pie al aplicar una presión sobre las palmas de las manos o plantas de los pies.
- Reflejo de búsqueda: el bebé vuelve la cabeza hacia el lado de la mejilla que se estimula, buscando el pezón.
- Reflejo de succión: el bebé realiza un movimiento rítmico y coordinado con la boca al colocar algo dentro de ella; tetina, chupete, dedo...
- Reflejo de Moro o de sobresalto: ante un estímulo brusco o simulación de caída, el bebé responde con una mirada de sobresalto, extensión de los brazos al aire con las palmas hacia arriba y los pulgares flexionados; pudiendo llorar también. Posteriormente, retrae los brazos hacia el cuerpo y se relaja.
- Reflejo de Babinski: el bebé extiende el primer dedo del pie y abre en abanico el resto de dedos cuando se le estimula la planta.
- Reflejo de marcha automática: el bebé da unos pasos de manera automática al sostenerlo por el tronco e inclinarlo levemente hacia delante.
¡Ahora puedes seguir el progreso de tu bebé evaluando estas respuestas a estímulos!
Consulta con tu pediatra cualquier anomalía o duda que tengas.