La presión de ser una buena madre comienza aproximadamente en el minuto uno tras nacer tu bebé – exactamente el momento en el que las enfermeras colocan al bebé en tu pecho para amamantar.
Hace décadas a los bebés se les daba fórmula y se los llevaban para que las madres pudieran descansar. Si querías darle el pecho bebé, estas políticas y rutinas de los hospitales no lo facilitaban.
Pero en los 90, la OMS y UNICEF lanzaron la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) a nivel global para implementar políticas en hospitales del mundo que suban las tasas de lactancia materna.
Y de hecho en los últimos años más y más hospitales han adoptado estas políticas – en España hay actualmente 18 Hospitales acreditados IHAN y decenas de otros en diferentes fases de adaptación.

Para ser acreditados los hospitales deben seguir 10 reglas, entre ellas, dormir exclusivamente con la madre, nada de chupas y nada de fórmula a no ser que sea absolutamente necesario.
Y aunque estas políticas tienen una meta maravillosa y están llenas de buenas intenciones, un estudio publicado en la revista médica The Journal of Pediatrics muestra que estas medidas no están teniendo el impacto que deseaban.
De hecho, algunos expertos apuntan a que esté teniendo un impacto negativo. Los resultados mostraban que los hospitales con más medidas pro lactancia tenían peores resultados que los que no adoptaban la IHAN.
Además, una de las medidas adoptadas para impulsar esta iniciativa es que los bebés tienen que estar con sus madres las 24 horas del día. Esto se supone que es beneficioso para ayudar con la lactancia, así como para reforzar el vínculo entre la madre y su bebé, pero algunas madres y médicos advierten que dejar a bebés al cuidado exclusivo de personas que están agotadas puede ser peligroso, ya que las madres pueden quedarse dormidas en el proceso.
Según un estudio pediátrico realizado en 2016, los hospitales que adoptan estas medidas también han visto incrementado el número de accidentes mortales o casi mortales de recién nacidos en el hospital, por caídas desde la cama o asfixia al quedarse la madre dormida.
Esto apunta no sólo a la falta de cuidado hacia las madres, sino que la presión para dar el pecho está haciendo que estas medidas puedan llegar a ser perjudiciales para las madres.
Todo esto sigue ocurriendo a pesar de que un estudio realizado por la Universidad de California en San Francisco sugiere que ofrecer fórmula a las madres que están estresadas puede aumentar las tasas de lactancia materna al bajar la presión que sienten en esos momentos.
Un reporte realizado en 2018 en EEUU mostraba que el 83% de las madres empezaban dando el pecho en el hospital, pero sólo el 25% seguía dando el pecho de forma exclusiva a los 6 meses - el tiempo mínimo recomendado.
Estas medidas también han sido relacionadas con un aumento en la falta de sueño, y aumento de ansiedad y desordenes emocionales perinatales.
Por eso es importante apoyar a las madres.
Quizás enfocarnos en el bienestar de los bebés a través de la salud física y mental de las mamás es la mejor manera de encontrar el equilibro de lo que es bueno tanto para la madre como para el bebé.
