Se conocen como cólicos del lactante a aquellos episodios de llanto intenso de duración prolongada sin causa aparente. Son benignos, afecta a lactantes sanos a partir de los 15 días de vida y su duración suele estar limitada a los 4 meses, de modo que si tu bebé los está sufriendo… ¡tranquila! No son para siempre.
Es normal que el bebé llore o se irrite en algunas situaciones: hambre, pañal sucio, sueño, calor, o simplemente para reclamar contacto o mimos. En el caso de los cólicos, a pesar de haber cubierto todas las necesidades posibles, el bebé sigue llorando.
Los cólicos son muy frecuentes aunque tampoco debemos caer en el error de asociar cualquier llanto irritable a un cólico.
Causas
No se ha observado relación con el sexo del bebé, la raza, la edad gestacional o con el tipo de alimentación materna o artificial.
El origen de estos episodios es aún desconocido, pero hay varios factores que podrían favorecer su aparición:
- Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca.
- Intolerancia a la Lactosa.
- Inmadurez intestinal del bebé, lo que hace acumular más gases, distensión y dolor.
- Sobrealimentación o subalimentación.
- Tabaquismo.
- Factores psicosociales, un punto importante y que no suele mencionarse.
Un entorno no saludable en la dinámica familiar, estrés o depresión posparto, podrían predisponer al bebé a los cólicos del lactante produciendo una hipersensibilidad al dolor y a otros estímulos.
¿Cómo saber si los llantos son de cólico?
Nosotras siempre decimos que cuando tiene cólicos, no hay dudas de que son cólicos. Eres su madre y sabes que ese llanto es diferente.
Los cólicos se caracterizan por:
- Llanto inconsolable.
- Un inicio y final bruscos y sin relación con nada de lo que está pasando.
- Suele iniciarse por la tarde.
- Hipertonía, rigidez, piernas y brazos encogidos, puños cerrados.
Existe una regla llamada la regla de Wessel usada para determinar si se trata de cólicos o no. ‘La regla de tres’ consiste en definir si es un llanto que dura más de tres horas al día, ocurre más de tres días a la semana y que dura más de tres semanas.
Cuándo ir al Pediatra
Es muy importante reconocer este proceso como benigno y normal pero siempre hay que observar que aparezcan otros síntomas asociados a un llanto irritable prolongado en el tiempo.
Si tu bebé está decaído, sin apetito y no gana peso, debes ir al pediatra a descartar algún otro episodio o enfermedad más grave.
Remedios
No existe un tratamiento probado para acabar con los cólicos pero si hay una nueva tendencia a recomendar probióticos que protejan la flora intestinal del bebé y ayude a las digestiones pesadas que pueden provocar gases y dolor.
Acuérdate de insistir en que expulse los gases después de la toma.
Y lo más importante y efectivo, MANTÉN LA CALMA. Debéis estar tranquilos ya que, como sabes, el nerviosismo, al igual que la calma, se transmite al bebé. Si estás nervioso, no ayudarás a tu bebé a relajarse por lo que pide relevo si lo necesitas, respira hondo, repítete que tu bebé está bien y cógele en brazos en la postura que más le guste. Susúrrale una canción y mécele, ten paciencia, contigo todo está bien, mamá.

Loreto Lorduy Casas
Fundadora de Monbebé
Enfermera UCI Neonatal.
Máster Oficial en Enfermería Pediátrica y Neonatal.
Formación y experiencia en el área materno-infantil.