La Vida Madre

Tengo miedo de perder el bebé

Tengo miedo de perder el bebé

Tengo miedo de perder el bebé

Tengo miedo de perder el bebé

Tengo miedo de perder el bebé

Madre-Embarazada-Preocupada

Tengo miedo de perder el bebé

Tengo miedo de perder el bebé

Cuando vemos esas dos rayitas en el trozo de plástico que indican que estamos embarazadas suelen atravesarnos un torbellino de emociones, sensaciones y pensamientos. Ilusión. Nervios. Inquietud. Alegría. Y, normalmente, en algún momento, también aparece el miedo. 

El miedo es una emoción adaptativa. Nos ayuda a ponernos en alerta. A prepararnos si detectamos algún peligro. El miedo es el que nos activa para poder ocuparnos delante de situaciones que pueden ser peligrosas. Para poder reaccionar, tomar una decisión rápida, defendernos si es necesario o huir si así lo consideramos. El miedo tiene una clara función evolutiva: ayudarnos a sobrevivir.

El miedo tiene una clara función evolutiva: ayudarnos a sobrevivir.

Mirado así tiene mucho sentido que la sensación de miedo se intensifique durante el embarazo. Es un proceso incierto. Un proceso desconocido. No tenemos el control. No sabemos lo que va a suceder. Y ese no saber es la fuente de muchos temores. El más común durante el primer trimestre de embarazo es el miedo a perder al bebé. A que algo malo le suceda. A que el embarazo no progrese. A que el bebé no venga sano.

A medida que el embarazo avanza, a medida que vamos notando los movimientos del bebé en nuestra barriga el miedo se transforma. Quizás lo que ahora sentimos es miedo al momento del parto. A la intensidad. Al dolor. A no poder aguantar. A que algo no vaya tal y como deseamos. También puede ser que lo que nos asuste sea lo que vendrá después. El postparto. Las noches sin dormir. El pensar en si seremos capaces de hacerlo. El cambio en la relación de pareja. O el cambio en nuestra vida profesional.

Sea como sea, diferentes miedos nos van acechando durante el embarazo. ¿Y qué podemos hacer con ellos? Lo primero es nombrarlos. Darles un lugar. Cuesta decir nuestros miedos en voz alta, pero ignorarlos, hacer ver que no están, no va a hacer que desaparezcan. A veces parece que aún tengamos cierta superstición sobre que si mencionamos algo se va a hacer realidad.

Afortunadamente no tenemos tanto poder. Decir algo en voz alta no va a hacer que suceda. Pero sí que nos va a hacer mucho más libres. Poder decir: Tengo mucho miedo de que este bebé se muera. Al nombrarlos, los miedos se hacen más pequeños. Les damos un lugar, y así no nos invaden enteras.

Es importante que busques un lugar en el que hablar de todo esto. Puede ser con tu prima que está embarazada, con la matrona del centro de salud o en un grupo de acompañamiento al embarazo. Es igual donde, pero es importante que lo encuentres.

Otra cosa que podemos hacer es pensar si podemos ocuparnos. Si podemos hacer algo con ellos. El miedo a la pérdida que nos acompaña durante las primeras semanas es casi inevitable, y poco podemos hacer excepto tolerarlo. Aceptar que está ahí. Aceptar que forma parte de este no saber. De este no controlar que nos acompaña durante la gestación. 

Pero con otros miedos sí que podemos hacer cosas. Sí que podemos ocuparnos. Cómo decía antes, parte de la causa de sentir miedo es el no saber. Si sentimos miedo al parto, podemos informarnos. Podemos hacer que ya no sea algo desconocido. Podemos leer sobre la dinámica de parto. Sobre las fases que tiene. Sobre qué esperar. Y lo mismo con el postparto.

A lo largo de este camino el miedo va a ir apareciendo con diferentes formas. En el postparto quizás te sobresalta a media noche y necesitas mirar si tu bebé respira. Luego puede ser que te cueste mucho ver como tu bebé trepa por el sofá. O que te paralices al pensar que algo puede pasarle. Algunos de estos miedos serán nuevos y otros vendrán de experiencias pasadas. Algunos serán nuestros y otros vendrán de nuestro entorno cercano, intensificando nuestras incertidumbres. Y siempre que los sientas recuerda que negarlos no va a hacer que se vayan. Hablar de ellos, nombrarlos, aceptarlos hará que tengan menos importancia. Si les damos un lugar, ya no lo ocuparán todo.

Paola Roig

Psicóloga perinatal y Psicoterapeuta

@paoroig

Artículos relacionados

La Vida Madre

La Vida Madre

#maternidadsinfiltro

COMPARTIR

Descubre más desde La Vida Madre

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo