
Es importante que tengamos en cuenta que cada embarazo, cada parto y cada bebé es un mundo. Cada mujer puede tener una experiencia del embarazo y del parto completamente diferentes, es por ello que es importante no compararse e informarse bien durante el embarazo para estar bien preparada por profesionales y así poder disfrutar al máximo la maternidad en su conjunto.
Como es comprensible, todas esperamos una experiencia positiva y en ocasiones idealizamos el proceso del embarazo, parto y postparto.
La preparación al parto por parte de los profesionales es muy importante y por ello os dejamos información que os puede ser útil referente a este tema.
Plan de Parto, ¿es importante hacerlo?
El Plan de Parto es un documento donde plasmamos nuestras preferencias a la hora de dar a luz.
Según va avanzando el embarazo y nos acercamos a las ultimas semanas, es importante que tengas un plan de parto, donde puedas destacar lo que es importante para ti y tu pareja para ese día del parto y el postparto inmediato.
Si ves que necesitas ayuda para guiarte y decidir, la matrona será el profesional adecuado para ello.
El Plan de Parto nos indica tus preferencias y las de tu pareja, pero siempre teniendo en cuenta que pueden cambiar, dependiendo de la situación y las complicaciones que puedan ocurrir durante el parto.
Algunos de los temas que tratamos en este documento serían:
- Acompañante
- Analgesia durante el parto
- Posiciones que podemos adoptar durante el proceso del parto, etc

Fases del Parto
El parto se divide en tres fases: dilatación, expulsivo y alumbramiento.
- Podemos notar una fisura de la bolsa. Importante comprobar si es una rotura o es una pequeña pérdida de orina o flujo.
- Rotura de la bolsa de manera clara
El color del líquido debería ser transparente o ligeramente rosáceo. Si observamos un color verde o un sangrado abundante mayor que una regla, deberíamos ir al hospital para que nos observen.
- Contracciones que no son de parto: son irregulares, que cesan con el reposo y que no indican que estemos de parto, también llamadas “Contracciones de Braxton Hicks”. La finalidad de estas contracciones es el borramiento del cuello y la preparación del cuerpo para ese día del parto. Este tiempo lo denominamos “Pródromos de Parto”, y puede durar entre días o incluso alguna semana.
- Contracciones de parto: contracciones regulares, que no cesan con el reposo, que aumentan en frecuencia y en intensidad.
Cuando tenemos contracciones intensas, 1 cada 2-3 min, que no cesan con el reposo, es que estaríamos comenzando el parto. Cuanto más trabajemos ese parto en casa, más dilatadas estaremos al llegar al hospital y menos tiempo durará el proceso del parto en su conjunto.
- El cérvix borrado
- Dilatación de 3-4 cm
- Contracciones regulares e intensas
- En una primeriza, este último paso puede durar hasta 3 horas hasta que ocurra el expulsivo del bebé.
- En una mujer que sea el segundo o más, dura aproximadamente una hora.
Desde que la cabeza del bebé entra en la vaginal, la piel y los músculos se estiran. El periné (zona entre la vagina y el recto), alcanza un punto de máxima tirantez, pudiendo notar lo que llamamos “el anillo de fuego”, sensación de quemazón en la zona por unos segundos hasta que ocurre el expulsivo de la cabeza.
Es en este punto donde, dependiendo de la flexibilidad de la piel, del perímetro craneal del bebé y de cómo controlemos la expulsión de la cabeza, donde puede ocurrir un desgarro o precisemos de una episiotomía, a valorar por el personal sanitario.
Una vez que sale la cabeza, si no hay complicaciones, el cuerpo suele salir en la siguiente contracción y es ahí donde sentimos alivio y desaparece esa presión.
El parto no concluye con la llegada del bebé al mundo. Aún queda expulsar la placenta. Es la tercera etapa del parto, la que transcurre entre el nacimiento del bebé y la total eliminación de la placenta. En este momento, cuando el bebé ya está fuera, sentirás más contracciones, algo más suaves que las anteriores. Se producen para despegar la placenta que sigue adherida al útero. Una vez que ha salido, la matrona comprueba que no ha quedado ningún fragmento de ésta en el interior.
Aunque la salida de la placenta puede hacerse de forma espontánea, sin intervención médica, se aconseja el manejo activo por parte del personal sanitario para evitar complicaciones. Se ha demostrado que el riesgo de hemorragia posparto (asociada a la rapidez con la que la placenta se separa del útero) disminuye si el médico o la matrona intervienen en el alumbramiento.
Por último, si se ha practicado una episiotomía se procede a la sutura de la incisión y todo habrá acabado.
Dolor u Otras Sensaciones
Hay que tener en cuenta que no todas las mujeres sienten las ganas de empujar nada más dilatar, por lo que no debes forzar los pujos, sino esperar a que el bebé haya descendido del todo y tengas ganas.
En las mujeres que tienen la epidural es posible que estas ganas no se noten, aunque es cierto que las dosis de epidural cada vez se controlan mejor y lo normal es notar también las ganas de empujar, aunque te hayan puesto la anestesia.
Por eso, existen diversos tipos de pujos según la mujer note más o menos ganas de empujar:

A Tener en Cuenta
El parto puede ser algo impredecible, pero no por ello es imposible prepararse para un momento tan importante. Entender cúando es el momento adecuado para ir al hospital, cúales son las urgencias, cúanto debemos esperar en casa para no ir antes de tiempo, entre otras cosas, son importantes para poder disfrutar de este momento, por muy intenso que sea.
A muchos padres les ayuda hacer un Plan de Parto y poder consultarlo y compartirlo con el personal sanitario. Recuerda que el Plan de Parto es una guía, que puede cambiar a lo largo del parto, según cómo trascurra el parto y es por ello que hay que estar abierto de mente, con información profesional. Que nuestro objetivo sea tener un parto respetado, disfrutar de la experiencia, teniendo siempre como preferencia la salud de nuestro bebé y la propia madre.

Carla Quintana
Matrona
Formada y especializada en Enfermería Obstétrico-Ginecológica con el sistema inglés. Basa su atención en un cuidado personalizado y cercano no solo de la madre sino de la pareja buscando para ambos un parto respetado.