La Vida Madre

Pérdida Gestacional: Experiencias de Una Terapeuta

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Pérdida Gestacional: Experiencias de Una Terapeuta

«La pérdida gestacional puede que sea el duelo más común y del que nadie quiere hablar, hasta que se encuentran en la situación», contaba la terapeuta Dove Presnall en su artículo para Healthline.

 

Presnall quiso compartir lo que ha aprendido durante sus años en consultas con parejas que han sufrido la pérdida de un bebé por aborto espontáneo y queremos compartir con la tribu algunas de sus aportaciones y reflexiones:

 

1. Las palabras duelen

Hay frases que se dicen en estas situaciones, aunque con buenas intenciones, son palabras que duelen oírlas. Como esas frases que empiezan por «Bueno, al menos…»:

  • «Al menos puedes volver a intentarlo»
  • «Probablemente venía mal, así que mejor así»
  • «Al menos te ocurrió pronto»
  • «Si no vino es que no estaba para venir»

 

Pero porqué decimos estas cosas cuando alguien pierde un bebé, cuando nunca se nos ocurriría decir algo semejante en un funeral.

 

Si una amiga nuestra ha perdido a su pareja, no se nos ocurriría decir cosas como: «Esto es que no estaba para ti» o «Puedes encontrar a otra persona, ya lo verás». Decir estas cosas a madres que han perdido un embarazo puede ser igual de insultante y doloroso.

2. Pasar página

A veces la experiencia de perder un embarazo se podría definir como un «dolor invisible». Existe la pérdida del bebé anticipado, con quien las madres muchas veces se sienten bastante conectadas, aunque sólo sea por la evidencia, no muy agradable, de su presencia: más de una mujer que perdió el embarazo durante el primer trimestre ha hablado de echar de menos las náuseas del embarazo.

 

Para muchas madres primerizas está también la conexión con la maternidad en sí, el identificarse como madres, y cuando pierden el bebé, desaparece la barriga y los síntomas, pero el dolor se queda.

 

Hay madres que cuentan como se despertaban en mitad de la noche sintiendo patadas en la barriga, del bebé que ya no está.

 

Pero hay formas de lidiar con la pérdida, aunque la gran mayoría de las veces no se haga un funeral en estos casos, muchas madres aseguran que hacer algún tipo de ritual de despedida les ayuda en la transición.

 

Presnall cuenta como hay madres que han pedido a familiares y amigos que se reúnan. Otras veces, se han ido de viaje y han hecho algo especial. En un caso en particular, una pareja fue a un lugar especial en el bosque, donde había un arroyo. Crearon un pequeño bote y le pusieron letras a su bebé, luego vieron cómo bajaba la corriente y se perdía de vista.

 

3. Reacciones diferentes dentro de la pareja

Nuestros cerebros son increíbles. Aprendiendo de forma constante y tratando de descubrir cómo hacer las cosas de mejor manera. Una desventaja de esto es que, cuando sucede algo horrible, nuestros cerebros se convencen de que podríamos haberlo evitado.

Esto provoca que en medio de tanta aflicción y angustia muchas veces tratemos de descubrir qué podríamos haber hecho mejor o diferente, llenándonos de culpa sin darnos cuenta. Y otras veces intentamos buscar la causa fuera y echarle la culpa a algo o alguien.

Hay gente que le busca la lógica y lo aceptan de esa manera, sabiendo que estadísticamente, es lo que hay – mientras que su pareja no lo asume de esta manera y está destrozad@.

 

4. La culpa puede destrozar la pareja

Tanto la vergüenza como la culpa separan a las personas. Al dolor por pérdida añádele el dolor causado por el aislamiento.

 

Pero, cuando las parejas consiguen unirse para afrontar la vergüenza y la culpa, terminan teniendo una relación más fuerte. El dolor requiere ternura. He visto el dolor de la pérdida abrir a las parejas a nuevos niveles de compasión y ternura entre ell@s.

 

5. Es posible curar el dolor

El dolor requiere tiempo, y cuando no tienes un manual que te guíe, puede parecer un camino sin fín.

Y además como no se habla de la pérdida del embarazo, las madres a menudo sienten que no lo están procesando bien, o que no avanzan como deberían.

 

Hay varias cosas que puedes hacer:

 

Apuntar y seguir las fechas

 

Hay parejas que se sienten mal si se olvidan de ciertas fechas, como la fecha en que hubiera nacido y se quedan muy mal. Hay otras que no lo necesitan y lo procesan sin necesidad de hacer pequeños rituales durante esas fechas. Pero si te ayuda, es importante apuntar las fechas y darte ese momento haciendo lo que tu creas para que te ayude a procesarlo.

Pon tus límites


Si alguien quiere venir a animarte y a ti no te apetece, dícelo. A los parientes que pregunten «¿Lo vas a volver a intentar?», exprésa tus sentimientos y pon tus límites. Esta experiencia es tuya y tu la puedes vivir como quieras, sin preguntas de forma constante si no las quieres y pidiendo a tus amistades que no te pregunten o que no te hablen del tema si no te apetece.


Mímate

 

No se trata de darte un capricho o una excepción especial. Es para ti, para cuidarte tú. Ya sea ir a arreglarte las uñas, o una clase de yoga, un cono de helado a mediodía porque sí. Si te hace feliz, hazlo.

 

El tiempo ayuda

 

No tienes que dejarlo ir o quedártelo dentro. Puedes encontrar tu propia manera de llevar esa conexión contigo, por muy breve que haya sido en tu vida.

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#maternidadsinfiltro

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