¡Bienvenidas a la maternidad consciente y respetuosa, dónde juntas cada día aprendemos más y más. Esta comunidad nos permite acompañarnos desde el respeto, la comprensión y la escucha. Juntas conseguimos que este proceso de vida sea bello y mágico, y por ello hoy estamos aquí. Siempre dando un paso al frente, consiguiendo nuevas estrategias, herramientas y una mirada común hacia el conocimiento y la práctica reflexiva. La maternidad es un proceso de crecimiento en todos los niveles, pero sobre todo emocional. Así pues, juntas conseguimos compartir experiencias y miradas que nos preparan y nos alivian en el camino.
Las líneas de hoy van dedicadas a la llegada de un segundo hijo, un momento clave que acompañar desde el corazón y la escucha de necesidades. ¿A qué me refiero con escucha de necesidades? La llegada de un segundo hijo lleva consigo muchos cambios, miembros, revolución, emociones y sentimientos. Como mujeres y madres, necesitamos estar preparadas para poder acompañarnos y acompañar este gran proceso de crecimiento y amor.
Te invito a que hagas partícipe a tu primer hijo, tenga la edad que tenga le encantará poder disfrutar de este proceso, dónde él también es importante. Hazlo cómplice y nunca rival, aprovecha para contarle como fue creciendo tu barriga cuando lo llevabas a él dentro, le encantará descubrir que él o ella también fue creciendo de la misma manera.
Para acompañarte en este proceso, te invito a que reflexiones sobre las siguientes estrategias y herramientas, quizá te funcionen y puedas llegar a descubrir muchas más con tu experiencia. Te voy a compartir las siguientes.
1. Implícalo en Tu Embarazo
Como te he comentado en líneas anteriores, para él es muy importante formar parte de este camino. Hasta el momento ha sido quién tenía gran parte de tu atención, cuida este proceso y muéstrale que sigue teniéndola, que tú sigues ahí para él. Puede acompañarte a ecografías, para así poder ver a través de la pantalla quién viene en camino, aproximarse a esta nueva realidad y a poner conciencia en el proceso.
Así, acompañándote tendréis la oportunidad de hablar sobre ello, de compartir la experiencia y de transmitiros energía. De la misma manera que también podrás enseñarle las ecografías que tengas de él, para que así vea que su proceso también fue importante y esperado.
2. Hazla Partícipe
Son muchas las tareas que debemos realizar a la llegada de un segundo hijo, anímate con la mayor a prepararlo todo desde el amor y la ilusión. Seguramente le encantará ayudarte a preparar la habitación, la cuna, los pañales, la ropa, el cochecito, etc.
Te podrá ayudar a elegirlo y tendrás una ocasión fantástica para ir contándole y narrándole como fue cuando nació ella, de esta manera, tu hija podrá conectar contigo, con su llegada y con la gran ilusión del momento. Se sentirá vinculada y partícipe de este nuevo momento, permitiéndole así una evolución y un crecimiento precioso.

3. Presencia
Tu hijo mayor te necesita muy presente, pendiente de él o ella. Se encontrará en un momento de cambio, por tanto, más sensible y quizá irascible. Te invito a que lo acompañes desde el amor y el no juicio, comprende sus rabietas, sus enfados, sus celos o sus llamadas de atención. Y desde ahí, muéstrale tu cariño y compañía.
Al nacer el bebé, tu hijo mayor te necesitará más que nunca. ¡No es tarea fácil, lo sé! Estos primeros meses serán complicados, no voy a negártelo, tú puedes con ello. Y cuando flaquees, no tengas miedo, apóyate en tu pareja, en tu compañero de viaje. En este proceso es fundamental que os sintáis acompañadas. La presencia será clave durante los primeros meses, me atrevo a decirte que quién más te necesita es tu hijo mayor, sobre todo a nivel emocional.
Aprovecha estas primeras semanas para cuidarlo con muchísimo amor y hacerlo tu cómplice, de manera que disfrute del proceso y reciba a su hermano o hermana con ilusión y receptividad.
4. Presencia
La llegada de una segundo hija mueve el núcleo familiar, cada una se reubica en el espacio y en el sistema. Por tanto, es importante que cada una siga ocupando su lugar. Será muy importante que tengas en cuenta el orden de llegada, tu hija mayor será la mayor y tu hija pequeña será la pequeña.
Cada una tendrá su espacio y sus necesidades cubiertas siempre que respetemos el orden de llegada a este mundo. No quieras hacer la mayor más pequeña ni a la pequeña más mayor. Recuerda que tendrán tiempos y necesidades distintas, las cuáles habrá que reconocer y respetar.
Os pongo un ejemplo, en un hogar donde hay dos hijas (una niña de dos años y un bebé), cuando este bebé duerme le pides a tu hija de dos años que no grite, no llore o no se ría, es importante que esté en silencio. ¡Bienvenida a la realidad, eso es imposible! Recuerda que tu hija tiene apenas dos años y que tiene necesidades, entre ellas reír, llorar, gritar, jugar y que no está preparada para estar en silencio mientras su hermana duerme. Por ese motivo, te invito a respetar los lugares, espacios y necesidades.
5. Tiempo
El tiempo es una de las cuestiones más debatidas, comprendo que estás agotada y que tu bebé necesita muchísimo tiempo de ti.
Vamos a organizarnos para que tu hijo mayor pueda disfrutar también de ti, al igual que tu pareja, tus amigas y tu familia. Como siempre os comento, hay tiempo para todo, aunque a veces no lo parezca.
Aprovecha cuando tu bebé duerma para contarle un cuento a tu hijo mayor, aprovecha cuando esté con su abuela para bailar y cantar juntas y también aprovechad el tiempo en el que estáis los tres para haceros cosquillas y reíros juntos. Podéis descubrir juntos el equilibrio y la belleza de ser 3, de disfrutar juntos, de hacer bromas y de jugar.
Así conseguirás que tu hijo mayor vea a su hermano/a como alguien con quien compartir, vivir y disfrutar de ti, no alguien con quién luchar. ¡Ah, y lo más importante eres tú! Necesitas tiempo para darte una ducha tranquila, leer unas páginas de tu libro o cocinarte tu plato preferido porque para cuidar necesitas cuidarte, recargar pilas y reconectar.
Prueba, experimenta, cambia, evoluciona, crece, este proceso es mágico y la llegada de este segundo bebé transformadora. Serás otra mujer, otra mamá, formaras parte de un sistema familiar diferente, con una nueva incorporación.
Así que permítete tiempo y espacio para ti, libre de juicios y prejuicios, olvídate del que dirán y escúchate. Pon atención a tus necesidades, es vital que estén satisfechas y atendidas. Solo así podrás seguir adelante con este proceso sano y cuidado.
Y por último, ¡bienvenida a esta nueva etapa! eres mujer y madre, puedes con mucho y no con todo, por tanto, si algún día necesitas decir ¡hoy no puedo! está bien, no te sientas culpable. Desde aquí te envío fuerzas, ánimo y muchísimo amor.
Sandra Luque
Maestra de Educación Infantil formada en Pedagogías activas e innovación educativa.
@educamosdesdelcorazon