Salud
Tu salud como mujer es esencial para el bebé. Las mujeres que comen bien y hacen ejercicio regularmente, tienen menos probabilidades de tener complicaciones durante el embarazo y una mayor probabilidad de dar a luz a un bebé sano.
Nutrición
Tener una dieta nutritiva durante el embarazo está relacionado con un buen desarrollo del cerebro del feto, un peso saludable al nacer y reduce el riesgo de muchos defectos de nacimiento.
Una dieta equilibrada también reduce los riesgos de anemia, así como otros síntomas desagradables del embarazo, como fatiga y náuseas matutinas. Se cree que una buena nutrición ayuda a equilibrar los cambios de humor y también puede mejorar el parto.
Una dieta bien equilibrada incluye:
- Proteínas
- vitamina C
- Calcio
- Frutas y Verduras
- Granos Integrales
- Alimentos Ricos en Hierro
- Grasas en proporciones adecuadas
- Ácido Fólico
Aumento de peso
Lo importante no es limitar lo que comes, sino elegir bien lo que comes. Una forma sencilla de satisfacer tus necesidades durante el embarazo es comer de forma variada incluyendo los nutrientes que mencionamos anteriormente.
A muchas de nosotras nos preocupa cuánto peso vamos a coger durante el embarazo. Si tu peso estaba dentro de lo normal antes de quedarte embarazada, se recomienda un aumento de peso de 11 a 16 kilos. Es importante controlar tu peso y comentar tus necesidades nutricionales con tu médico durante todo el embarazo. Las recomendaciones para el aumento de peso variarán si tu peso, antes de concebir, estaba por debajo o por encima de lo normal, y también varía si tienes un embarazo múltiple.
Lo que no deberías comer
Para proteger a tu bebé y a ti misma de bacterias o infecciones parasitarias, como la listeriosis, asegúrate de que toda la leche, el queso y los zumos estén pasteurizados. No comas embutidos, y si comes salchichas procura que estén bien cocinadas. También evita los mariscos refrigerados, los ahumados y las carnes, aves y mariscos crudos o poco hechos. Si tú o alguien de tu familia ha tenido antecedentes de alergias, habla con tu médico por si debes evitar comer algún alimento.
Vitaminas prenatales
La mayoría de los nutrientes necesarios durante el embarazo deben provenir de los alimentos y nunca ser sustituido por vitaminas, pero los suplementos prenatales desempeñan un papel importante. Las mujeres embarazadas suelen estar demasiado ocupadas para planificar tres comidas y asegurarse que cubren todos los nutrientes todos los días, y un suplemento vitamínico puede proporcionar la nutrición adicional que necesita el feto en desarrollo.
El ácido fólico es una vitamina B muy importante para las mujeres embarazadas. Se ha encontrado que los suplementos de ácido fólico tomados varias semanas antes del embarazo y durante las primeras 12 semanas del mismo, disminuyen el riesgo de que tu bebé nazca con defectos neuronales, como la espina bífida.
La mayoría de las vitaminas prenatales contienen 1 miligramo de ácido fólico. Habla con tu médico antes de comenzar a tomar vitaminas prenatales, para que te aconseje qué es lo mejor para ti.

Hacer ejercicio
El ejercicio moderado no sólo se considera seguro para las mujeres embarazadas, sino que se recomienda ya que beneficia tanto a la madre como al bebé. Está comprobado que hacer ejercicio 30 minutos al día ayuda a la circulación, fortalece los músculos y disminuye el estrés. Pero es importante hablar con tu médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio, especialmente si tienes un embarazo de alto riesgo. Si no hacías ejercicio antes de quedarte embarazada, habla con tu médico para saber qué ejercicios puedes hacer durante tu embarazo.
Si todo va bien y tienes un embarazo normal, hacer ejercicio te puede ayudar a:
- Aumentar tus niveles de energía
- Mejorar el sueño
- Fortalecer los músculos
- Reducir los dolores de espalda
- Aliviar el estreñimiento
Los ejercicios aeróbicos, como caminar y nadar, estimulan el corazón, los pulmones, la actividad muscular y las articulaciones, ayudando a utilizar el oxígeno y a respirar. La actividad aeróbica también mejora la circulación y aumenta el tono muscular y la fuerza.
También hay muchas clases diseñadas específicamente para mujeres embarazadas que ayudan a fortalecerte, mejorar la postura y la circulación.
Los ejercicios de Kegel o sentadillas, sirven para fortalecer los músculos pélvicos. Finge que vas a hacer pis y luego te contienes, como deteniendo y comenzando el flujo de orina. Flexionas el músculo perineal, cuentas hasta tres y luego lo vas relajando lentamente. Estos ejercicios te ayudarán a mantener los músculos en forma y aumentar el control en el área perineal, lo que puede ayudar en el parto y la recuperación durante el postparto. También te podrá ayudar a evitar posibles incontinencias urinarias.
Eliminar malos hábitos
Tomar buenas decisiones en tu estilo de vida afectará directamente a la salud del feto. Es importante eliminar el hábito de fumar, el uso de drogas y el consumo de alcohol. Estos se han relacionado con complicaciones y riesgos graves tanto para la madre como para el bebé.
El consumo de alcohol durante el embarazo está relacionado con muchos de problemas en el desarrollo del bebé. Si bebes alcohol, éste va al torrente fetal concentraciones muy similares al que le llegan a la madre. Beber durante el embarazo puede provocar el síndrome de alcoholismo fetal (SAF), causando que tu bebé esté por debajo del peso recomendado y nazca con problemas en el sistema nervioso.
También puede provocar un aborto espontáneo, un parto prematuro o el nacimiento sin vida del bebé.
No hay evidencia de que fumar tabaco antes de quedarte embarazada dañe al bebé en desarrollo. Sin embargo, hay muchas pruebas de que fumar durante el embarazo es peligroso, ya que afecta al flujo de sangre y al suministro de oxígeno del bebé y, por lo tanto, su crecimiento.
Fumar tabaco es la causa más común de los bebés que nacen con bajo peso, que a su vez es la causa más común de muerte y enfermedad en las primeras semanas de vida.
Fumar también está vinculado a muchas complicaciones durante el embarazo, que incluyen: sangrado vaginal, embarazo ectópico, desprendimiento de placenta y parto prematuro.
Enfermarte durante el embarazo
Cuando estamos embarazadas somos más susceptibles a ciertas infecciones, como el resfriado o la gripe. Es más probable que una mujer embarazada se ponga bastante mala si se resfría o coge la gripe, pero la mayoría no afectará al bebé.
Algunas de las enfermedades más comunes incluyen: el resfriado común, la gripe estacional, aguilla constante en la nariz y malestar estomacal.
Habla siempre con tu médico de los tratamientos que son seguros para cualquier enfermedad durante el embarazo o para su prevención. No te mediques tú sola, muchos medicamentos y suplementos comunes, como la aspirina y el ibuprofeno, están contraindicados durante el embarazo.
La prevención es la mejor manera de evitar que te pongas mala. Recuerda que una dieta saludable y ejercicio, así como mucho descanso y lavarte bien las manos te ayudará a tener una buena salud.
Una vacuna contra la gripe es una buena prevención. Consulta con tu médico para saber si es recomendable y cuando puedes ponértela.
Algunas mujeres que tienen antecedentes de asma pueden encontrar que sus síntomas empeoran durante el embarazo debido en parte al aumento de la cantidad de hormonas en el sistema, así como al agrandamiento del útero, que presiona contra los pulmones y limita la cantidad de aire que queda en los pulmones después de soltar el aire.