Son muchas las dudas y los mitos en torno a la anestesia epidural.
Esta técnica ha supuesto un antes y un después en la forma de vivir el parto y en el alivio del dolor durante el mismo. Aún así, la anestesia epidural es una decisión opcional y personal que debe ser tomada por cada mujer, de manera meditada e informada.
Por ello, con este artículo quiero que tengas toda la información necesaria para poder elegir la opción que creas más adecuada para ti, y para el día de tu parto.
Beneficios de la Analgesia Epidural
1. Empezaremos diciendo, que la técnica empleada para el parto, más que una anestesia, es una analgesia, lo cual es muy diferente a una anestesia.
Podrás disfrutar de un parto sin dolor y de manera consciente y distendida, sin el malestar y la ansiedad que el dolor produce.
Idealmente, podrás sentir que tienes una contracción, la sentirás como una presión, podrás mover las piernas y empujar, pero tus contracciones no serán dolorosas.
Para ello, es importante que mantengas una buena comunicación con la matrona y el anestesiólogo/a, para conseguir un buen nivel de analgesia, sin que pierdas la movilidad de las piernas.
2. Permite tu participación activa en caso de que tu parto tenga que terminar en una cesárea, ya que evitarás someterte a una anestesia general, con todos los riesgos que ello conlleva. Estarás despierta y consciente, y verás nacer a tu bebé.
3. En el caso de que sea un parto vaginal, pero sea necesario usar un fórceps o ventosa, no supondrá una técnica dolorosa para ti, ya que se puede poner un refuerzo por el catéter epidural, y evitar así la administración de otro tipo de fármaco endovenoso o sedación en ese momento.
4. La epidural disminuye el tono vasomotor de las arterias, por lo que mejora el flujo sanguíneo del útero a la placenta , y así, el paso de oxígeno al bebé.
Posibles Complicaciones
1. La epidural puede producir hipotensión. En ese caso, siempre estará contigo el anestesiólogo/ a, quien se encargará de poner solución a este problema de manera rápida, administrando fluidos y fármacos que la reviertan.
2. Analgesia insuficiente. A veces, puede pasar, que la analgesia epidural no resulte del todo eficaz. Podemos intentar poner solución, movilizando el catéter o en última instancia, repitiendo la técnica y colocándolo de nuevo.
3. Cefalea por punción accidental de la duramadre. Es una complicación poco frecuente (menor del 1%), pero a tener en cuenta ya que resulta bastante incapacitante. Es un dolor de cabeza intenso, que aparece las primeras 24 horas tras la punción, pero tranquila, suele resolverse de manera espontánea los siguientes días, y habitualmente mejora con analgésicos comunes.
4. Dolor en la zona de punción.
Mitos y Leyendas sobre la Epidural
¿La analgesia epidural aumenta el riesgo de cesárea?
En absoluto. La indicación de cesárea se realiza teniendo en cuenta otros factores que nada tienen que ver con el uso o no de este tipo de analgesia. Sí es cierto que la epidural puede retrasar un poco la parte final del parto (lo que llamamos el expulsivo), si estás muy bloqueada y te cuesta empujar. Como hemos dicho antes, por eso es importante mantener una buena comunicación con el anestesiólogo/a y la matrona , para mantener una buena analgesia sin un excesivo bloqueo motor (pérdida de la movilidad de las piernas).
¿La epidural puede afectar al bebé?
De nuevo, no. La analgesia epidural no solo es una técnica segura tanto para la madre como para el bebé, si no que además puede ser incluso beneficiosa para él, ya que al disminuir la ansiedad que produce el dolor, evitamos la hiperventilación , y mejoramos el transporte de oxígeno al bebé. No hay evidencia alguna de que el dolor del parto sea beneficioso para la madre ni para el bebé.
Si tengo un parto largo, ¿se acabará el efecto de la epidural?
Falso. Colocamos un catéter por el que administramos la analgesia necesaria hasta que tengas a tu bebé en brazos.
¿La epidural puede afectar el inicio de la lactancia o el paso de fármacos al bebé?
La epidural no interfiere con el inicio de la lactancia, y los fármacos que administramos a través de ella no pasan a la leche materna.
Si tengo un tatuaje en la espalda, ¿no podré ponerme la epidural?
Depende. Si tu tatuaje es muy grande y ocupa toda la zona lumbar, quizá… Sin embargo, lo habitual es encontrar una zona libre de tinta por la que podamos acceder al espacio epidural sin riesgo.
¿Tendré que eliminar la anestesia por la orina o vomitando?
Falso. Los anestésicos se metabolizan y eliminan por otras vías.
Existen otras alternativas para manejar el dolor del parto.
Verdadero, pero ninguna es comparable a la eficacia de la epidural.
Por un lado , pueden administrarse fármacos por vía venosa, pero en ese caso sí que pueden afectar al bebé y a la madre, disminuyendo el nivel de consciencia; y por otro lado, puedes utilizar alternativas como la pelota, masajes, respiración, …pero siento decirte que aunque pueden ayudar a relajarte, no van a eliminar el dolor que producen las contracciones de parto.
Si espero mucho , ¿no me dará tiempo ponerme la epidural?
Depende. Si estás ya en dilatación completa, no merece la pena , ya que el expulsivo es inminente y la epidural tarda unos minutos en hacer efecto. Por el contrario, no es necesario estar dilatada de unos centímetros concretos para beneficiarte de la epidural, ojo! sí que es necesario haber comenzado con trabajo de parto, y estar con dinámica y contracciones dolorosas. En último término, el equipo formado por matrona, obstetra y anestesiólogo, decide el mejor momento para la realización de esta técnica.
Decidas lo que decidas sobre utilizar o no analgesia epidural, seguro que es lo mejor para ti y para tu bebé, pero es fundamental tomar la decisión correctamente informada y siempre por parte de un profesional…
¡No dudes en preguntarle al anestesiólogo/a todas tus dudas e inquietudes! Y recuerda que el dolor es algo subjetivo, que cada persona vive de una manera diferente, no es mejor ni peor elegir una opción de parto u otra.
Blanca Oliván Lafuente
Anestesióloga