Cuando nos quedamos embarazadas, parece que en nuestra mente solo tenemos la idea de que vamos a tener un parto vaginal. La idea de una cesárea nunca es una opción inicial. Y deberíamos tener en cuenta que la posibilidad siempre está ahí, y nunca va a ser ni mejor ni peor. Es una puerta más para recibir a nuestro bebé. Siempre que sea necesario, la cesárea es una opción tan valida y necesaria como el parto.
Es muy frecuente escuchar en consulta comentarios como “no quiero acabar en cesárea”, “me da miedo la cesárea”… Y es que debemos ser sinceras: de entrada nadie queremos una cesárea. Incluso parece algo malo acabar en cesárea. Y no lo es.
Que a lo largo del proceso de parto, tengamos que informar que vamos a precisar terminar mediante cesárea, sea el motivo que sea (siempre que esté correctamente indicada), no debería suponer jamás una decepción para la mamá. NUNCA. No debería ser una noticia que genere decepción, pues hay situaciones no controlables.
En consulta siempre comento con las mamás lo mismo: vosotras y nosotros los obstetras, podemos controlar ciertos aspectos, pero cómo responda tu cuerpo y el bebé sólo depende de él.
El mensaje debe ir siempre dirigido en la misma dirección: vosotras lo habéis hecho lo mejor posible, habéis dado lo máximo a vuestro alcance, y la cesárea NUNCA será un fracaso, una decepción. Será un camino de salida para el bebé, porque será lo mejor para el bebé y la mamá.
Y es que aún a día de hoy, existen muchos mitos, dudas y miedos con respecto a las cesáreas.
Es una intervención muy frecuente, cuyo proceso merece ser conocido para que, en el caso de precisar una, las mamás se enfrenten con más seguridad y tranquilidad.
Os aclaro unos puntos:
– La cesárea NO es un fracaso del parto. NUNCA. Cuando se indica una cesárea, es porque se han agotado todos los recursos disponibles para conseguir parto, o por un motivo que pone en riesgo al bebé o a la mamá.
– En la cesárea la mamá NO ESTÁ DORMIDA. Se administra anestesia raquídea, que hace que la mamá esté consciente en todo momento pero no presenta dolor. Sólo si por algún motivo la madre precisa anestesia general se administra ésta.
– La mamá PODRÍA Y DEBERÍA ESTAR ACOMPAÑADA por la persona que ella decida, cómo en un parto vaginal. Y lo pongo en condicional, pues no todos los hospitales lo permiten actualmente. Seguiremos luchando para que las mujeres no estén solas en el quirófano durante las cesáreas.
– Se PUEDE HACER EL PIEL CON PIEL inmediatamente. Si el bebé y la mamá están bien, se puede intentar piel con piel desde el primer momento, e incluso iniciar lactancia con ayuda de su acompañante o de las auxiliares de quirófano en paritorio.
– En reanimación, LOS BEBÉS PUEDEN IR CON SUS MAMÁS, aunque igualmente , dependerá de las políticas de cada hospital. NO DEBERÍAN SEPARARSE MAMÁ Y BEBÉ EN LAS PRIMERAS HORAS si todo está bien.
– La recuperación NO TIENE POR QUÉ SER PEOR. Lógicamente es una cirugía mayor y la recuperación puede ser más costosa, pero con ayuda y tranquilidad todo irá bien.
– ESTÁS EN TODO TU DERECHO A DECIDIR UNA CESÁREA ELECTIVA si es lo que quieres. Nadie te debe juzgar. Igual que una mujer puede decidir un parto sin intervención, tú puedes decidir una cesárea como forma de finalización de tu embarazo.
– La lactancia NO ES MÁS DIFÍCIL CON LAS CESÁREAS. Si el bebé y la mamá están juntos, piel con piel, y se inicia pronto la lactancia, no habría mayor problema que con un parto. Tal vez ciertas posiciones sean más molestas por los puntos, pero con ayuda lo podéis conseguir.
Espero que con estas aclaraciones os sintáis más cómodas para perder el miedo a este procedimiento. Es una nueva puerta de llegada al mundo para vuestros bebés cuando lo precisáis. NUNCA lo veáis desde el miedo. Solo desde el respeto a una cirugía pero con la emoción de recibir al amor de vuestra vida.
Paula Soriano
Especialista en Ginecología y Obstetricia
paulaginecologa.com