Esta actividad es genial para los niños desde los bebés, ya que se la pueden meter en la boca sin problema, que además lo hace sensorial – permitiéndoles experimentar no sólo a nivel visual, sino con los demás sentidos.

Con esta actividad:
- Descubren nuevas texturas
- Refuerzan la motricidad fina
- Es una herramienta de relajación y canalización de las emociones
- Estimula la creatividad
- Potencia la concentración
- Si pintan en el suelo, ayuda con el equilibrio y la noción espacial

Lo que necesitas:
- Harina o cereales infantiles
- Agua
- Colorantes alimenticios
- Opcional: Añade sabores con papillas de frutas
Las cantidades de cada ingrediente dependen de la intensidad y textura que quieras, tanto de la pintura en sí como de los colores y los sabores si los añades.
Deja que experimenten con la pintura sobre diferentes superficies si es posible, así como con diferentes herramientas (pinceles, algodón, cartón) o directamente con sus manitas.
Recuerda que los más pequeños tienen menos capacidad de atención:
Media de minutos de concentración según la edad
- Menores de 4 años: 10-20 minutos
- Mayores de 4 años: 20-45 minutos