Seguramente ya has oído hablar del método Montessori, sobre todo de lo atrayente que son sus materiales, pero déjame que te cuente que debajo de esa visión única de Montessori también hay respeto al niño y su desarrollo, ambiente preparado, límites, valores, adulto formado, educación, sociedad… Por eso considero que más que un método es una filosofía de vida que nos ayuda a los padres a relacionarnos con nuestros hijos y a aprender a través de su mirada.
Practicar Montessori en casa tiene muchos beneficios, entre ellos, el desarrollo de la autonomía, el respeto, la libertad, la confianza… Aunque también te digo que aplicarlo no es solamente preparar una estantería a la altura de los niños con un par de bandejas de materiales para que puedan utilizarla. Desde mi punto de vista lo más importante es el cambio que se produce en nosotros, los adultos, que nos convertimos en jardineros plantando semillas en nuestros hijos propiciando el ambiente adecuado para que puedan crecer sintiéndose respetados a la vez que amados. Otro aspecto significativo para iniciar el método en casa es la información de la que nos tenemos que nutrir los padres, es importante leer algún libro sobre el método (te dejaré algunas recomendaciones al final del artículo).
Con todo esto, no te estoy diciendo que montes una escuela Montessori en tu casa, basta que empieces con pequeñas acciones, observes a tu hijo y aproveches sus intereses para que aprenda. Poco a poco estarás generando un cambio en la crianza, acompañándolo para que sea una persona autónoma e independiente y adquiera las habilidades necesarias para tomar sus propias decisiones de adulto y valerse por si mismo.
¿Qué tienes que tener en cuenta a la hora de crear un espacio Montessori en casa?
El niño. Para atender bien a esa curiosidad de aprendizaje de los niños es importante conocer su desarrollo evolutivo porque no tienen las mismas necesidades un pequeño de un año que otro de tres. Cada niño es único, tiene su personalidad y su propio ritmo y según Montessori todos pasan por “periodos sensibles” momentos en los que el niño está especialmente receptivo a una actividad, esto quiere decir que hay un momento, por ejemplo, en el que el niño muestra más interés en trepar o subirse a una mesa y, realmente, necesita practicar esa habilidad. La propuesta es que en vez de dejarle subir a la mesa de casa (porque puede ser peligroso) le prepares un espacio con obstáculos para que pueda practicar movimientos motrices.
Ambiente preparado. Esto supone organizar el espacio en casa de tal manera que sea atractivo para el niño y pueda de manera libre y sin peligros explorar y aprender del entorno. Es importante que entiendas que la pretensión no es cambiar la decoración de tu casa, de lo que se trata es que a medida que tu hijo vaya creciendo, le aportes a través del ambiente de tu hogar un espacio donde tenga libertad de movimiento y materiales en alguna estantería de fácil acceso. El espacio no debe frenar tus ganas de disponer de materiales en casa. Simplemente con que tengas un rincón en donde vayas cambiando las actividades es suficiente para empezar.
Tips para crear un espacio Montessori en casa:
- Reduce la cantidad de juguetes. Para ello, puedes tener una caja fuera del alcance de tu hijo y guárdarlos ahí. Ve rotándolos a medida que le vayas planteando nuevos retos.
- Simplifica tu hogar (menos es más), esto aportará orden y belleza al ambiente.
- Actividades o juguetes adecuados a su edad. Que pueda utilizar solo.
- Pon los materiales en bandejas o cestas al alcance de tu hijo para desarrollar su autonomía.
- Si puedes, ten muebles (sillas, mesas…) a tamaño infantil para que pueda utilizarlos sin ayuda.
El papel del adulto. Como te dije antes, aquí está la base de esta filosofía de crianza. De nada sirve que tengas un espacio maravillosamente preparado en casa con estanterías y materiales accesibles para tu hijo si no practicas tu propio autocuidado, llenas su mochila emocional o estas presente cuando estás con él. Y, ojo, no te estoy diciendo que tengas que ser una madre perfecta, te estoy diciendo que te permitas cometer errores, equivocarte pero que lo vuelvas a intentar, hacerlo un poco mejor la próxima vez, seguir aprendiendo y creciendo consciente acompañando a tu pequeño.
Tips del adulto preparado:
- Cuídate para cuidar.
- Lee libros sobre el desarrollo de los niños.
- Asiste a cursos de crianza respetuosa.
- Practica la atención plena (estar presente cuando atiendas a tus hijos, por ejemplo, desconecta el móvil)
- Pon el freno a tu vida y disfruta de las pequeñas cosas.
Para recordar:
Montessori como estilo de vida es
▪ Adulto preparado
▪ Respetar y Confiar
▪ Atender a las etapas del crecimiento
▪ Ofrecer entornos preparados
¿Quién fue esta maravillosa mujer?
Para entender quién fue María Montessori te voy a hacer un breve recorrido a lo largo de su historia: nace el 31 agosto 1870. Fue la primera mujer graduada en medicina en Italia, se especializó en psiquiatría. Comenzó trabajando con niños y niñas con dificultades. Gracias a su intervención con ellos se crean nuevas escuelas de educación especial y dirige una de ellas. En 1907 crea la primera Casa dei Bambini en San Lorenzo, Roma. Con cincuenta niños de escasos recursos a su cargo. Su trabajo muy pronto captó la atención de todo el mundo y se difundió internacionalmente. Hoy en día hay escuelas Montessori en todo el mundo. Ella hablaba de su trabajo como “una educación para la vida”, es decir, aplicable a la vida diaria y no solo a las escuelas.